(Estatua de Eloy Gonzalo, Cascorro, con la lata de gasolina) |
Madrid, como casi todos los lugares, está lleno de calles y plazas con nombres de militares, políticos y personajes históricos que se ganaron de un modo u otro el tener una calle con su nombre. Además, unos pocos, los elegidos, también disfrutan de una estatua. Uno de los casos más populares en Madrid es el de la plaza de Cascorro, y claro, si Eloy Gonzalo tiene una plaza, por qué no también una curistoria.
Eloy Gonzalo García nació en Malaguilla, Guadalajara, el primer día de diciembre de 1868 y murió en Cuba en 1897. Precisamente en la Guerra de Cuba se ganó la fama como soldado, allá por 1896. A finales de septiembre de ese año cinco mil soldados de infantería cubanos y una buena dotación de caballería atacaron un poblado cuyo nombre era Cascorro. Defendiéndolo estaban 170 soldados del Regimiento María Cristina bajo las órdenes del capitán Francisco Neila.
A lo largo del combate se llegó a una situación en la que los españoles eran acosados desde una casa que por su posición se estaba convirtiendo en un punto clave en la lucha. Era necesario acabar con aquel lugar, pero destruirlo suponía acercarse y con toda seguridad perder la vida. Ahí, Eloy Gonzalo, saltó a la historia.
(Plaza de Cascorro, Madrid) |
Pidió una lata de gasolina y una tea y al amparo de la noche salió con la intención de prender fuego a aquella casa que estaba siendo el martirio de los suyos. Daba su vida casi por seguro perdida, y por ello pidió que le ataran una cuerda larga a la cintura, así, si caía en el empeño, podrían tirar de su cadáver de vuelta a la posición española y enterrarlo con los suyos.
Gonzalo tenía fama de valiente y decidido, pero aquel hecho fue un paso más allá. Burlando a los centinelas avanzó hacia su objetivo y entonces, en mitad de la noche, una enorme explosión avisó a los españoles de que el objetivo había sido cumplido. ¿Habría sobrevivido Eloy? No hizo falta tirar de la cuerda, volvió vivo.
Y ya saben ustedes que los héroes son necesarios para un pueblo, así que Eloy Gonzalo fue erigido como tal por los españoles y alcanzó fama pronto, con calles y estatuas, que unen su nombre con el de aquel lugar de Cuba, Cascorro, donde se jugó la vida y se ganó pasar a la posteridad.
Hace muchos años, siendo un adolescente visitando Madrid, mi abuela me explicó delante de esa estatua la historia…pero la que se me contó fué la del Cabo Noval.
http://www.galeon.com/juliodominguez/2012c/noval.html
Lo curioso es que en varias ocasiones me han contado eso mismo, mezclando las historias.
Curiosamente, la estatua es de 1902. ¿Cómo habrá llegado a salir en esa frase de que algo "es más viejo que Cascorro"? :-)
Se me había pasado el comentario, Lamastelle, gracias. No sabría decirte el origen del dicho, la verdad, aunque ya se va haciendo viejo Cascorro :)