(Asedio de Savannah, obra de A.I. Keller) |
La siguiente curistoria deberían conocerla para que la próxima vez que alguien les diga aquello de cuidado con lo que deseas, la recuerden y piensen en que ciertamente hay que repensar lo que se desea. En 1779 un hombre deseó algo para su sobrino, y se cumplió.
Aquella historia ocurrió durante el asedio de la ciudad de Savannah en la Guerra de Independencia de Estados Unidos. Un tipo llamado Samuel Warren luchaba del lado de los rebeldes, es decir, contra los ingleses, y era un hombre que luchaba convencido y guiado por sus principios, ya que unos años antes había servido en el ejército británico y desertó para luchar por la independencia. Este cambio de bando no fue muy bien llevado por su familia.
Durante aquel asedio, cuando un tío suyo supo que estaba allí luchando, le hizo llegar una carta en la que decía que si lo que había oído era cierto y estaba allí combatiendo del lado rebelde, no le deseaba ningún bien y, textualmente, esperaba que perdiera una pierna en el combate. Aquí viene, amigos, el recuerdo a la frase: cuidado con lo que deseas.
Poco después de recibir y leer la carta, el pobre Warren perdió una pierna cuando se la llevó por delante una bala de cañón. Se la arrancó limpiamente y como recuerdo macabro, conservó el hueso de su pierna amputada, aunque no sé decirles qué hueso exactamente. Como vemos, perdió la pierna pero acabó encontrándola y se llevó de la mano.
Finalizada la guerra ordenó que le fabricaran una caja de caoba en la que metió el hueso de su pierna y se la hizo llegar a su tío con una nota que le decía que su deseo se había hecho realidad. Pero puntualizaba que en cualquier caso prefería ser un rebelde con una pierna que un realista con dos.
Fuente: Military’s strangest campaigns and characters, de Tom Quinn
Muy curioso tu artículo. Muy bueno
Algo realmente curioso, muy buen post.
Gracias por comentar MaHzUz.