(Azaña, Franco y Casares Quiroga, en 1932) |
Hace unos días se publicaba en Qué Aprendemos Hoy mi colaboración mensual, y en este caso quise hablar de una carta que envió Franco unas semanas antes del levantamiento de 1936. El destinatario de la carta era el ministro de la Guerra y presidente del Gobierno, Santiago Casares Quiroga, y Franco trata de hacerle ver el ambiente enrarecido entre los militares por las últimas decisiones del gobierno y el trato que estaban recibiendo algunos militares, con el objetivo, al menos simulado, de evitar un mal mayo que finalmente se produjo: el levantamiento que originó la Guerra Civil Española.
Personalmente conocí esta carta cuando leí el magnífico libro El Franquismo, de José Luis Ibáñez Salas y al que entrevisté en Curistoria. Desde el principio me llamó la atención y aunque he tratado de saber cuál era el objetivo último de la misma, no parece del todo claro. Pregunté por este punto al historiador Julián Casanova cuando lo entrevisté, y esta fue su respuesta:
El golpe estaba preparadísimo y su inicio era difícil de evitar. Podría haber triunfado, que es lo que esperaban los golpistas, y no habría abierto una guerra civil. Era difícil, por otra parte, que fracasara y los golpistas se retiraran, después de lo que habían arriesgado y a la cantidad de gente que habían comprometido. La pregunta no es sí la guerra civil fue inevitable. Una situación de conflicto extremo no tiene por qué dirigir a una guerra civil, como la historia de Europa de aquel período demuestra. Sin la combinación de golpe de Estado, división de las fuerzas armadas y resistencia, nunca se hubiera producido una guerra civil. En la carta de Franco se adivinan, además de la típica presión corporativa, muy común de los militares españoles hacia el poder político, un intento de que cuenten con él para recomponer la situación, porque en ese momento él no era el principal dirigente de los golpistas.
Para conocer algún detalle más de la carta y algún fragmento interesante, les remito al artículo en Qué Aprendemos Hoy. Quizás alguno de ustedes pueda arrojar luz, o sencillamente su opinión, sobre cuál era o podría ser el propósito de Franco con esta carta en la que advertía y trataba, al menos en la forma, de evitar el golpe que ya parecía imparable.
creo que su pseudo conciencia nacionalcatólica le impulsó para quedarbien consigo mismo. Los criminales,a excepción de los psicópatas necesitan creer que lo
que hacen es lo correcto para hacerlo con todas las ganas y de ganar
Gracias Hilde por comentar.
Como buen gallego, hay que leer la carta escrita como buen gallego.
Gracias KppadoR por el comentario.
Hay que tener muy poca inteligencia para decir algo como esto: «Una situación de conflicto extremo no tiene por qué dirigir a una guerra civil, como la historia de Europa de aquel período demuestra». Las situaciones de conflicto son todas distintas. ¿En qué otra parte de Europa de la época se estaba viviendo lo que pasaba en los primeros meses del 36 en España? Un gobierno que alcanza el poder tras unas elecciones fraudulentas (actualmente demostrado, felizmente). Un gobierno del caos que no gobierna y deja impunes constantes asesinatos, siempre los de un lado, claro. Un gobierno que culmina sus fechorías alentando, facilitando, y no persiguiendo, el asesinato del líder de la oposición. En ningún otro lugar de Europa hubo nada parecido al clima revolucionario que instauró el gobierno del Frente Popular.
No creo que Franco intentara evitar el golpe de estado y el conflicto. De haber sido así, hubiera manifestado su intención de forma clara y explícita. El contenido de la carta es claro, ya que es una declaración del malestar y el descontento de los oficiales de derechas por la política militar de la izquierda y por la situación social del momento, tras la victoria del Frente Popular, y una velada amenaza al Gobierno. No creo que la carta le descubriera a Casares nada que no supiera, pues ya era consciente del malestar en el seno de una parte del ejército y de la organización de una conspiración militar. Por ello, es más difícil determinar el oscuro propósito de Franco.
Para mí, la pregunta es por qué Franco no desveló su intención. ¿Qué ganaba el general con ese discurso tan oscuro? De la misma manera que los historiadores actuales son incapaces de determinar la intención de Franco, es de suponer que Casares Quiroga se preguntara qué pretendía Franco con un relato de unos hechos conocidos por todos. Creo que nunca sabremos la verdadera intención del general al enviar la carta a Casares Quiroga, y la especulación no va a conducir a la respuesta.
Solo conocemos los hechos. En un principio, Franco era reacio a participar en el golpe de estado, pues era consciente de que había muchas posibilidades de que fracasara por la división política del ejército. Finalmente se sumó al golpe, ya que sabía que era inevitable y que debía apoyar a los suyos.