La rotura de la presa de St. Francis

La presa de St. Francis tras la rotura
(La presa de St. Francis tras la rotura)

En los últimos días, al menos en España, se ha hablado mucho de grandes obras de ingeniería debido a los problemas en torno al presupuesto de la obra en el Canal de Panamá y la empresa Sacyr. Es un tema serio y estas enormes obras de ingeniería pueden conllevar grandes catástrofes, como ocurrió en 1928 cuando menos de un día después de que un ingeniero certificara como segura una enorme obra, esta se vino abajo con un coste de medio millar de vidas humanas y una enorme cantidad de dinero.

Aquel ingeniero se llamaba William Mulholland y había nacido en 1855. A pesar de ser autodidacta, había sido responsable en gran medida de las infraestructuras de distribución del agua que disfrutaba la ciudad de Los Ángeles. Nuestro protagonista había supervisado la construcción de algunos importantes elementos, como un canal de casi cuatrocientos kilómetros que proporcionaba agua al Valle de San Fernando.

Mulholland no era por lo tanto un neófito cuando el 12 de marzo de 1928 arruinó su carrera, si bien no fue lo más importante que se perdió aquel día. Tan sólo doce horas después de que él y su asistente revisaran la presa de St. Francis y aseguraran que estaba en perfecto estado, esta infraestructura se vino abajo. Más de cuarenta y cinco millones de litros de agua quedaron libres y crearon una enorme lengua de agua que acabó con una central hidroeléctrica e inundo varias localidades. Más de quinientas personas perdieron la vida como causa del accidente.

Mulholland asumió toda la culpa y llegó a decir que envidiaba a los que habían muerto, supongo que abrumado por el peso de su conciencia. En cualquier caso, no fue condenado porque se determinó que el error en la construcción había sido imposible de detectar, aunque en su contra había otros fallos similares en obras que había supervisado, aunque ninguno con consecuencias tan graves.

De todos modos el caso de la presa de St. Francis es recordado casi un siglo después como uno de los mayores errores de la ingeniería civil de la historia de Estados Unidos y que Mulholland afirmara tan sólo doce horas antes que todo estaba bien es algo que da que pensar.

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