Una antigua ley romana prohibía que la pena de muerte fuese aplicada a las doncellas, es decir, a la mujeres vírgenes. Supongo que el origen de la misma estuvo en la buena fe y en una consideración hacia estas damas. Pero al final, como veremos, esta ley se volvió en su contra.
Al parecer fue Tiberio el que encontró un camino, por otra parte previsible, para respetar esa ley y la tradición que protegía a las doncellas de la pena de muerte y a la vez acabar con la vida de algunas mujeres vírgenes. Tiberio fue el emperador romano entre el año 14 y el 37 y en ese periodo se vio en el trace de aplicar justicia y respetar la tradición a la vez.
Así, en tal situación determinó: es una tradición antigua y debemos respetarla, pero como también estamos obligados a dar cumplimiento a las leyes, antes de ejecutar a una doncella, que se encargue el verdugo de desflorarla…
En realidad es casi una decisión salomónica, salvo porque estas suelen tener un poso último de buena fe, mientras que la decisión de Tiberio es cruel.
Y, antes que a Tiberio… ¿eso no se le había ocurrido a nadie?
Estoy seguro que antes de este episodio también morían doncellas, bien desfloradas o bien saltándose la ley.
Saludos.
Pobres chicas, a parte de tener que morir, encima el verdugo tenia el trabajo de forzarlas.
Que cruda es muchas veces la historia…
Ciertamente Jelens…
Depende…
Creo que a mi se me hubiese ocurrido algo mejor desflorarlas yo y mis súbditos y luego tenerlas de vasallas