Se acerca, si no está ya plenamente operativa, la época del año en la que más matrimonios se celebran, y por ese motivo escribo esta curistoria: ¡estás a tiempo, corre! Es broma, no sirve de nada correr, te encontrarían tarde o temprano. Volviendo a la seriedad, relativa, y tratando de responder a la pregunta del título, diré que hasta el año 1840 las novias solían casarse llevando al altar su mejor vestido, que podía ser blanco aunque no era el color más habitual debido a lo delicado del mismo, siendo más popular el azul, el marrón o el color perla.
Pero todo cambió en 1840, como decía, cuando la reina Victoria de Inglaterra se casó con Alberto de Sajonia-Coburgo-Gotha, llevando un vestido blanco. Aquello se hizo muy popular y se asoció el color con la pureza y la virginidad. Además, como el blanco puro suele ser amigo de la suciedad, por lo apegados que están, ese color también indica también que ese vestido no podrá ser reutilizado una vez puesto y usado y que por lo tanto el matrimonio al que accede la novia será para siempre.
Depende de la situación de cada caso, pero en base a lo que acabo de exponer, tienen la opción de decir frente a una novia «de blanco, como tiene que ser», o «¿de blanco?». Y saque cada cual sus conclusiones.