El origen del lustro

Según el diccionario de la RAE, un lustro es un período de cinco años, y la palabra proviene del latín lustrum. El origen del lustro, como palabra, está en Roma, en el siglo VI a.C. Entonces, Servio Tulio ordenó que cada cinco años se realizara un censo de la población para conocer de cuántos hombres se disponía en caso de tener que defender la ciudad.

El recuento se hacía reuniendo a toda la población en el Campo de Martepara, donde se les preguntaba bajo juramento para hacer tal censo. Además, se hacía una ceremonia de purificación en la que se rociaba las cabezas de la gente con agua. Esta ceremonia fue poco a poco tomando mayor importancia y acabó sustituyendo al propio hecho del recuento.

La celebración siguió haciéndose quinquenalmente, y como el rito de purificación con agua se llama lustrum, se acabó acuñando la palabra lustro para denominar un periodo de cinco años

Fuente: Hablar con corrección, de Pancracio Celdrán

6 comentarios en “El origen del lustro”

  1. Estupenda explicación, Vitike, de un término del que pocos conocen su origen etimológico; dando una nueva vuelta de tuerca te diré que "lustro" procede de una muy productiva raíz indoeuropea, *leuk-. "luz, esplendor" que ha dado en castellano términos tan variados como leucocito, leucoma, leucemia, luz, lucir, lumbre, luminiscencia, luminoso, lustre, ilustrar, ilustración, ilustre, elucubrar, luna, lunes y ¡licnobio!, por poner sólo algunos ejemplos. ¡Es que no lo puedo remediar cuando el latín y el griego andan por medio!
    Mil saludos.

  2. Gracias por los comentarios.

    Jaramos, gracias por el dato. Es cierto que es interesante para la entrada.

    Martín, todo está en los libros 🙂

    Profe, gracias por la aportación.

    Saludos.,

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