En la década de 1960, El Cairo era un centro de espionaje mundial poblado por los servicios secretos más relevantes del momento. Así, los agentes de la CIA eran cuatro veces más numerosos allí que los diplomáticos del Ministerio de Asuntos Exteriores de EEUU. Los agentes del KGB soviético rondaban la universidad reclutando jóvenes para su causa. El Museo Egipcio era el lugar preferido por los alemanes, pero los movimientos y encuentros con informadores eran constantes.
Según contaba Eli Cohen, agente del Mossad israelí “para un espía, El Cairo era un destino perfecto en todos los sentidos. Los egipcios guardan información de manera natural. Si consigues a uno que esté en el puesto adecuado del Gobierno, tienes hecha la mitad del trabajo”.
Lo más curioso de todo esto es lo que comentaba del Gezira Sporting Club un hombre llamado Wolfgang Lotz , otro agente del Mossad: “Los británicos tenían sus propios rincones cerca de la sala de billar, los estadounidenses habían ocupado un lugar cerca de la entrada del restaurante, y el resto tenía sus propios sitios. Al entrar en el club, uno se hacía una idea bastante aproximada del estado en el que se hallaba el llamado Gran Juego. Si los rusos estaban trabajando en algo, bebían sin parar. Si los franceses habían conseguido algo, había champán en la mesa”.
Un lugar interesante aquel El Cairo plagado de espías y sin duda, el Gezira debía ser un magnífico sitio para tomar una copa y observar.
oye oye, me dejarias hacer una cuenta en twitter, llamada curistoria conde publico las historias de este blog, asi resumidas, todo el credito y publicidad serian para ti 😀
Y todos pretendiendo que estaban de incógnito, jejeej
"Los agentes del NKVD soviético…"
En los años 60 el NKVD ya hacía años que había mutado de nombre a KGB 🙂
Nacho, esto… tu verás.
Kikas, yo creo que lo mejor es que posiblemente todos se conocían y conocían, en parte, qué hacía el resto.
Sombra, tienes razón. Es un error del libro. Siento haberlo reproducido.
Saludos.
¿es el mismo Gordon Thomas de esta web?
http://www.leobassi.com/archives/editorial/el_misterio_gordon_thomas.html
Sí, es ese Gordon Thomas.