Cuántas veces he usado la expresión “abogado del diablo”, que como ustedes sabrán, se suele utilizar para indicar que uno está haciendo “de malo”, haciendo preguntas o proposiciones negativas, con la única intención de que la razón o idea florezca al vencer todas estas trabas puestas por dicho “abogado del diablo”.
La expresión nace en los procesos de canonización de la iglesia católica, es decir, durante el debate o análisis de una vida y unos hechos para decidir si una determinada persona debe ser reconocida como santo (o beato) o no. Este personaje, durante el proceso, exigía pruebas de todo lo que se exponía a favor del candidato y dudaba de lo que se decía, indicaba errores… Como es lógico, la persona que hacía este papel era un clérigo, por lo que en cierto modo era fingido su escepticismo. Este punto es el que confiere su especial significado al dicho.
La necesidad de un “abogado del diablo” en los procesos de canonización fue establecida en 1587 y así se hizo hasta 1983, fecha en la que se cambió el término y también su forma de actuar.
Por desgracia se eliminó esta figura, permitiendo que ciertos personajes de dudosa "santidad" lograsen esa categoría sin mucho esfuerzo….
Creo que se eliminó la figura pero que esas labores se deben seguir haciendo de algún modo.
Cuestión a parte es que el número de "elevaciones" haya sido excesivo y en algunos casos, de dudoso merecimiento.
Gracias por el comentario.
Hay una excelente novela de Morris West, posteriormente llevada a la gran pantalla y que lleva justamente ese título, ya que narra las peripecias de un sacerdote nombrado para tal menester.
Si es excelente, Trecce, habrá que tomar nota 🙂
Gracias.
Apenas eliminaron a ese cargo, y Juan Pablo II proclamo más santos en 20 años que en los ultimos 400.
Con todo el respeto que merece el Papa, quien en realidad era magnífico, yo creo que esa acción en específico no fue muy inteligente que digamos
Saludos
Curioso origen paa una frase muy popular. Muchas Gracias por haberlo mencionado.
Un Saludo.
Uriel
Lógicamente, a los procesos de beatificación y santificación esa figura le daba un sesgo muy positivo, al sopesar pros y contras, por lo que yo la veo muy positiva.
Gracias a todos por los comentarios.
Mathias, algo he leído de eso sí. Estoy de acuerdo.
Gracias a ti, Uriel, como siempre, por leer y comentar.
JuanLu, creo que es útil en los procesos de beatificación y en cualquier otro. Poner algo en el otro lado de la balanza siempre enriquece.
Saludos.
precioso