Gracias a un amigo, Gustavo Adolfo Bécquer consiguió un trabajo en la Dirección de Bienes Nacionales. Un trabajo aburrido, pero que, como se suele decir, pagaba las facturas. El caso es que el tedio del trabajo hacía al poeta buscar algunas distracciones, por ejemplo, el dibujo.
Así, estaba una vez dibujando una escena de Hamlet cuando entró en su despacho uno de sus jefes. De espaldas al susodicho, al ser preguntado sobre qué hacía, Bécquer respondió pensando que se trataba de un compañero: “Es Hamlet. En concreto la escena en que Ofelia…”
“Y éste es un cesante que acaba de perder su empleo” fue la respuesta que recibió el poeta y, por lo tanto, acabó siendo despedido. Dicho todo lo cual, sirva la lección para aquellos de ustedes que están leyendo esto en el trabajo… miren detrás antes de responder.
noma… quien ivá pensar que El gran poeta de otra epoca iva a pasar por algo así.
Oye aprobecho para decirte que acabo de redescubrir un libro que tenía olvidado. Se llama "Capítulos Olvidados de la Historia de México", mientras lo voy leyendo me voy enterando de un buen de curiosidades de la historia de México, que me gustaría compartir en tu blog, porque como que no van con en tuyo. Me gustaría que me pasaras un correo para mandarte los datos en archivo word. Espero tu respuesta, un saludo.
No me lo hubiera imaginado nunca!!
muy buena entrada!!
Saludos
Esther.
jajajajaja… Sencillamente cómico
Jajajajaaaaa
Pobre hombre, yo por eso trabajo espaldas a la pared para ver quien se acerca al escritorio.
jeje yo trabajo como Hluot, pobre Bequer…
Un saludo,
Albareto
ARte y Cultura, gracias por el ofrecimiento. Mi email es: vitike[arroba]gmail.com
Gracias por comentar :)
Siempre el alt+tabulador listo, recordad :)