Esta expresión latina se puede traducir directamente como “el argumento final o definitivo del rey”. Actualmente se utiliza esta frase en algunas situaciones para expresar exactamente eso, que la última palabra la tiene aquel que dispone de la mayor fuerza. Algo parecido al “estas son mis razones” del Cardenal Cisneros.
El rey Luis XIV de Francia reconocía esta certeza y afirmaba que el poder último del estado recae en la fuerza para imponer sus decisiones. Así hizo inscribir en sus cañones el texto “ultima ratio regum”.
La expresión “ultima ratio regis” fue tomada con el mismo sentido por Federico “el Grande”. Y también en España, donde fue grabada en algunas armas de artillería.
También se adaptó esta expresión al mundo jurídico, en el que se enseña que el Derecho Penal se aplica como “ultima ratio”.
Gracias por el apunte 🙂
El latín es una lengua a la que se le puede sacar mucho partido, aunque algunos insistan en que no sirve de nada.
Un saludo.
La verdad es que el latín sigue presente en nuestra lengua, de forma directa o indirecta.
Saludos.