La expedición al Pacífico, de Eduardo Batán

La expedición al Pacífico, de Eduardo Batán

En 1862 un grupo de científicos españoles se embarcó rumbo a América para recopilar plantas, animales, fósiles… y enviarlos a España. Con el apoyo de Isabel II, la política y la ciencia se entremezclaron en un viaje que duró tres años y que recorrió América de sur a norte y de Atlántico a Pacífico. Pueden ver el recorrido en la imagen del final de la entrada. El cómic La expedición al Pacífico, de Eduardo Batán (afiliado), se ocupa de contarla.

No hace mucho, en la entrada en la que les contaba que la Mona Lisa del Prado es la copia más antigua de la obra de Leonardo da Vinci, decía que hay cómics para todo. Respondía a un comentario de Lamastelle (lector activo desde hace años) en el que él habla de uno. Parece que últimamente hay cada vez más trabajos gráficos de este tipo y sobre temas cada vez más diversos. O al menos así me lo parece. Y eso es bueno, creo yo. Tienen su atractivo visual, además de narrativo, como es este caso que nos ocupa.

Bien es cierto que Batán se centra en narrar el recorrido y los lugares por los que pasaron los grupos de personas que compusieron el viaje, y las complicadas relaciones entre algunas de ellas. Pero por ese camino también vamos pudiendo entrever cómo enviaban a España las plantas o los animales disecados, cómo eran recibidos los científicos en cada lugar o las costumbres y paisajes locales. Porque no todo era flora y fauna.

La expedición al Pacífico, de Eduardo Batán, narra el viaje político-científico por América, que es un hito en la historia de la ciencia española

En la empresa también estaba Manuel Almagro Vega, que era antropólogo. O Rafael de Castro, que como dibujante y fotógrafo debía levantar testimonio visual de las personas y paisajes que se iban encontrando. De hecho, fue la primera misión de este tipo en contar con un equipo de fotografía. Lógicamente, era un aparato complejo de utilizar y aparatoso, pero de él salieron unas trescientas imágenes que son otro de los tesoros que resultó de esta aventura.

La Comisión Científica del Pacífico, como se denominaba oficialmente, se formó sobre una escuadra naval que pretendía viajar por los países americanos como misión diplomática. Conseguir ejemplares minerales, botánicos y animales para los museos y gabinetes de ciencias españoles era el objetivo de esa parte menos política. Esta mezcla entre militares, políticos y científicos embarró la expedición y, como se ve en el cómic, fue más bien un inconveniente que una ayuda.

A pesar de ello, Jiménez de la Espada, Juan Isern y el resto de los integrantes consiguieron hacer llegar a España más de ochenta mil ejemplares y objetos, además de identificar nuevas especies. Todavía hoy parte de su trabajo es lo que vemos en algunos museos. Eso significa recoger, clasificar y empaquetar para el envío ochenta mil objetos. Impresionante.

En 1866 volvieron a casa. No todos. Algunos porque ya lo habían hecho antes de esa fecha, y otros porque se dejaron la vida en América. Es posible que un cómic como este sea un primer paso para conocer mejor una historia del pasado español que debería ser más popular.

Batán finaliza el tomo con un “Continuará…”, porque no agota la historia. Por cierto, el autor es arquitecto y doctor en Bellas Artes, entre otras cosas; y la obra está publicada por Serendipia Editorial.

Mapa de La Comisión Científica del Pacífico

Fuente del mapa: Revista del Museo Nacional de Ciencias Naturales

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