
Si decimos Mozart, pensamos automáticamente en el compositor Wolfgang Amadeus Mozart, como no puede ser de otra forma. Es uno de los pilares de la historia de la música. Nacido en 1756, tenía una hermana, que también comenzó una carrera brillante en como intérprete, pero la abandonó muy pronto. Hablamos de Nannerl, la genial hermana Mozart que tuvo que casarse y dejar la música a pesar de que también destacaba.
La hermana del famoso músico Mozart se llamaba Maria Anna Walburga Ignatia Mozart, pero se la conoce habitualmente como Nannerl o Marianne. Nació el 30 de julio de 1751 y su padre, Leopold, la puso en el camino de la música, como hizo con Wolfgang Amadeus. Con siete años la niña ya llamaba la atención por su talento.
Nannerl, la genial hermana Mozart que tuvo que casarse y dejar la música, fue formada también por su padre usando un cuaderno que lleva el nombre de ella
Leopold Mozart creó un libro de composiciones para que sus hijos, comenzando por Marianne, aprendieran música. Es el conocido como Nannerl Notenbuch (Cuaderno para Nannerl). Estas piezas eran sencillas al comienzo y se iban complicando, para que el alumno, su hija, ganara en capacidades y conocimientos. Las obras del cuaderno eran de algunos otros creadores, pero había muchas escritas por el propio Leopold. Las horas de trabajo con el Nannerl Notenbuch tuvieron su resultado y Marianne Mozart dominó pronto el piano y el clave.
Al igual que su hermano, Nannerl hizo giras por muchas ciudades de Europa demostrando su gran destreza musical a pesar de su corta edad. Con el paso del tiempo, las exhibiciones eran conjuntas entre Marianne y Wolfgang Amadeus combinaban la capacidad de improvisación de él con el virtuosismo de ella como intérprete.
El Amadeus niño la adoraba y ver a su hermana tuvo cierta influencia en el amor de él por la música. Más tarde, él le enviaba cartas y copias de sus conciertos. Y no sólo se las enviaba como muestra de cariño, sino que también le pedía su opinión sobre esas composiciones. Eso denota el aprecio que tenía Amadeus por la inteligencia musical de su hermana. Cuando los dos fueron adultos, no queda claro en qué medida se distanciaron.

Cuando dejó la adolescencia, vivir de la música no era una ocupación adecuada para una mujer decente
Marianne también compuso, aunque se ha perdido el registro directo de sus creaciones. No se sabe bien si se han diluido del todo en el olvido o queda algo. Incluso hay quien dice que están sumadas en los catálogos a la obra de su hermano. En algunas de las cartas que se conservan de Wolfgang Amadeus se pueden leer elogios a las composiciones de su hermana, y cómo la animaba a seguir creando.
En 1769, antes de cumplir los dieciocho años, sus padres y la sociedad de entonces vieron adecuado que dejara la música de manera pública. Lo que debía hacer era buscarse un buen marido y casarse. El matrimonio no era compatible con viajar dando conciertos, ni siquiera con hacer carrera musical. Ni siquiera con una vida decente, a los ojos de la sociedad de entonces. Por supuesto, siempre podría seguir practicando en casa y tocando, quizás, para sus amistades. Sería una invitada de lujo en las fiestas si se sentaba ante un piano.
Marianne se casó con un magistrado viudo mucho mayor que ella. Cuando nació su primer hijo le puso de nombre Leopold, y tan pronto como tuvo sentido hacerlo, lo envió con su abuelo para asegurarse de que recibiera una buena educación musical. Con seguridad el Nannerl Notenbuch volvería a prestar sus servicios.
En 1801 enviudó y retomó la vida pública relacionada con la música, ahora como profesora. Su reputación, y la de su hermano, jugaron a su favor y no le faltaron alumnos.
Murió el 29 de octubre de 1829, a los 78 años. Vivió más del doble de tiempo que Wolfgang Amadeus, que falleció con 35 años. Si el talento de ella era tan elevado, no podemos menos que lamentar que no se aprovecharan todas esas décadas para crear música y que no llegaran hasta nosotros.
