El día uno del presente mes, como diría otro tipo de texto, Curistoria cumplió los 12 años de existencia. Querría hacer por ello un parón en la secuencia habitual de entradas para agradecer a todos los que leen el blog que lo hagan, acordarme de todos los que comentan y de manera especial agradecer la fidelidad de algunos que son seguidores desde hace años y no se pierden una entrada.
He publicado más de 2.360 entradas y hay casi 12.700 comentarios. Más allá de los millones de lectores de todo este tiempo, hay unas cuantas decenas de miles que leen Curistoria entrada tras entrada. Y eso, qué quieren que les diga, a mí me satisface sobremanera. Es cierto que escribir aquí durante estos 12 años ha supuesto un buen número de horas de trabajo, pero sarna con gusto…
Cada entrada es escrita justo antes de publicarse. Aunque tenga alguna nota o referencia documental antes de ponerme, lo cierto es que cada noche que publico me siento y escribo la entrada. A veces sale de un tirón y otras la cosa me lleva más tiempo, consultas aquí y allá, leer algunas páginas de un libro… Eso supone un cierto trabajo, pero también en el otro lado de la balanza Curistoria me ha llevado a conocer a personas a las que aprecio y a hacer cosas que de otro modo nunca hubiera hecho, como escribir o colaborar con algunos medios. Y, especialmente, a aprender mucho. De muchas cosas.
En este tiempo me han pasado algunas cosas sorprendentes. Como en la primera firma de libros en la Feria del Libro de Madrid, donde al llegar ya había un muchacho pululando por el entorno de la caseta. Cuando comencé a firmar, se acercó, me pidió que le dedicara el libro y se fue, sin más. Supongo que conocía el libro por el blog o por alguna razón quería la firma, pero lo cierto es que no me dijo nada.
En la firma de mi correo electrónico personal tengo puesta la dirección de Curistoria. Bien, pues hace poco envié un mail a un servicio técnico y la persona que me respondió, además de atender mi consulta, me puso una postdata diciéndome que era lector habitual (si lees esto, un saludo, Javier).
A mí, esto, me parece sorprendente. Hay más casos similares, y gente que me envía mails desde la otra parte del mundo con sus curistorias, felicitaciones, saludos… Ya han sido varios los que me han comentado (por email, comentario…) que se han puesto a leer el blog entero una vez que lo han conocido. ¡Y hablamos de dos mil de entradas!
A todos, gracias.
Yo soy de los del último párrafo, he descubierto el blog recientemente y ya me he leído todo hasta esta entrada��
Pues mil gracias Sergio, por la paciencia y por tomarte la molestia de comentar.
Un abrazo.