Número de cabezas nucleares |
En 1945 se lanzaron las primeras bombas atómicas contra objetivos reales, y poco después de comenzó entre los dos bloques en los que se dividía el mundo en la Guerra Fría una carrera armamentística con el objetivo de tener más potencia nuclear que el otro. En 1945 había sido EEUU el primero en usar bombas nucleares, en la Segunda Guerra Mundial, y cuatro años después la Unión Soviética lanzaba en pruebas sus primeras bombas. A esto siguió la bomba de hidrógeno, puesta en funcionamiento por EEUU en 1952 y que era mucho más potente que las bombas nucleares anteriores.
Aquella carrera no llevaba a ningún sitio, era obvio, y en realidad se trataba de la búsqueda de un equilibrio en el que cada uno sabía que la puesta en marcha de la acción acabaría en una situación en la que vencedor y vencido no se diferenciarían en mucho y ambos estarían destruidos. Las armas nucleares eran caras y difíciles de mantener, lo que no supuso impedimento para la proliferación de las mismas. Además, cuantas más bombas hubiera desplegadas, mayor era la probabilidad de accidente. ¿A partir de qué punto un número mayor de armas no tenía sentido?
Según algunos estudios de la época, cuatrocientas explosiones nucleares bastarían para destruir totalmente un país, por lo que unas mil quinientas armas nucleares serían suficientes para cualquiera de los dos bloques, para cubrir cualquier contingencia. Frente a estos números, en 1977 las dos potencias mundiales acumulaban casi once mil cabezas nucleares y en 1985, quizás el punto culminante de la carrera, el número ascendía a más de treinta mil cabezas. Estos datos están tomados del libro «Atlas histórico de la Guerra Fría«. de John Swift. La imagen de la cabecera está tomada de la wikipedia y los números son aún mayores. En cualquier caso, parece claro que la carrera armamentística llevó al mundo a crear muchas más armas de las necesarias para destruirse a sí mismo, lo que parece un poco absurdo, pero gracias a ello se mantuvo la paz, o una paz parcial, al menos.