Vlad Dracul, también conocido como “el empalador” por su afición a dicha forma de tortura y ejecución fue uno de los pioneros en la guerra biológica. Ya hemos hablado en el blog alguna vez de los usos en la antigüedad de este tipo de ataques biológicos, pero hoy vamos a ver una nueva variante.
El empalador empleó a sus enfermos en la lucha contra los turcos. Tomó a los enfermos de algún mal contagioso de su reino y los mandó a “vivir” con el enemigo. La sífilis, la tuberculosis y otras enfermedades similares eran un pasaporte directo a las líneas turcas. Dracul obsequiaba, eso sí, a estos pobres infelices con ropajes turcos para que su integración fuera más sencilla. Es decir, Vlad Dracul utilizó a sus propios enfermos como bombas biológicas.
Y además, todos aquellos que volviesen demostrando que habían matado, de un modo u otro, a un turco serían recompensados. Para ello tenían que portar el turbante del turco fallecido. Siendo objetivos hemos de decir que el plan no era ninguna tontería, porque no sólo enviaba bombas biológicas contra sus enemigos, sino que apartaba dichas bombas de sus filas en las que eran igualmente efectivas.
Hola
Yo llegue a oir que se coagían a los muertos de peste o alguna otra enfermedad y los lanzaba con una catapulta contra los castillos enemigos, para que estos coguiesen una enfermedad.
Por cierto, pronto publicaré un artículo acerca de la Tuberculosis.
Un saludo.
Hola Hispanus:
lo que comentas fue motivo de una entrada allá por febrero de 2006 en Curistoria.
Guerra Biológica en la antigüedad
Saludos y gracias por el comentario.
sin recentimientos pero..
Hernan Cortez mando a nadar al estanque de los mexica a varios enfermos de viruela
enfermedad que arrazo con miles de mexicas o aztecas
es una conquista biologica
saludos
y digo sin recentimientos por que soy de mexico
condor
Otro buen ejemplo, Condor.
Gracias.