Peter Gustav Lejeune Dirichlet, un matemático alemán del siglo XIX, era definitivamente un hombre cuya vida se regía por las matemáticas y los números. Y no solo esto, sino que también odiaba las letras y especialmente odiaba escribir cartas, según el mismo.
Así, cuando tuvo que comunicarle al padre de su esposa, es decir, a su suegro, el nacimiento de su primer hijo, prefirió un telegrama a la carta, por el ahorro de letras. Y el texto del telegrama siguió también estas mismas directrices. Todo el texto del telegrama era: “2+1=3”. No hay constancia de que el padre de su esposa entendiera el mensaje, al menos a la primera.
Que curioso, pero a mi entender, hubiese estado mas acertado 1+1=3, no?
Pues la verdad es que sí, que casi es más claro 1+1=3.
Pero vamos, yo me quedo con “Felicidades, abuelo”.
Saludos.
Yo creo que es 2 (papás) + 1 (nene) = 3 (la familia).
🙂
Capitán, el mensaje es claro, pero… ¿podría haber sido más claro?
Saludos.