En la batalla de Ivry, el 14 de Marzo de 1590, durante las guerras francesas de religión, un fraile franciscano llamado Mateo de Aguirre destacó por su tremendo coraje y entrega.
Tras acabar con las municiones de sus pistolas y después de que su espada estuviera tan mellada que sirviera de poco, siguió matando herejes a golpe de crucifijo, dejando a varios malheridos hasta que acabaron con él.
Un blog GENIAL! Muchísimas entradas interesantes. Intentaré leerlas todas y ponerme al día :-)
Muchas gracias por tu comentario «sor tea». Me alegro de que te guste el blog. A ver si a la vuelta de verano puedo actualizarlo más a menudo.
Saludos.
A dios rogando…