Picasso dijo que los buenos artistas copian, y que los grandes artistas roban. Por eso es curioso que sea precisamente Picasso el artista con más obras robadas en la actualidad. Y no sólo eso, sino que la diferencia con el siguiente en esa lista es enorme.
En concreto cerca de 1,150 obras del malagueño figuran como robadas en este momento. La web The Art Loss Register, que ofrece servicios de búsqueda de arte y lleva un registro detallado de los robos y recuperaciones, ofrecía ese dato hace unos años, si bien supongo que es complicado saber el número exacto. Es cierto que Picasso fue prolífico, lo que lo coloca en una posición más favorable a la hora de verse envuelto en un robo. Se calcula que por el mundo hay más de 13,000 pinturas firmadas por él, además de dibujos, grabados, cerámicas…
El segundo artista, que como decía está casi en la mitad, ya que no llega a las 560 obras robadas, es Nick Lawrence. En este caso, el estadounidense vio desaparecer la mayoría de sus obras en 2004, en un solo acto. Se mudaron de su estudio en el Centro de Boston para las Artes porque estaban almacenadas sin cumplir la normativa de incendio, o ese se alegó, y ahí se evaporaron, nunca llegaron al nuevo destino.
De Lawrence para atrás en la lista, los números son más parejos, con Chagall en el tercer puesto y 516 obras y Appel en el cuarto con 505. El siguiente es otro español, y uno de mis favoritos, Dalí.
Estos datos, no obstante, son de hace unos años, y la web de The Art Loss Register lleva un tiempo sin actualizarse. En cualquier caso, mucho tienen que haber corrido los otros para coger a Picasso, que iba en cabeza muy destacado. Todas las fuentes del dato, por otra parte, acaban haciendo referencia a The Art Loss Register, así que, como era de esperar, estos números hay que tomarlos como indicadores y no como valores ciertos. He leído, por otra parte, que hasta 2010 la cifra de obras de Picasso robadas no llegaba a las 700, que sigue siendo una cifra enorme, superior a cualquier otro, aunque lejos de las 1.000.
Pero no sólo se roba, también se recupera. Sin ir más lejos, hace unos meses el detective de arte, si ese es un título adecuado, Arthur Brand, recuperó precisamente un Picasso robado en 1999 del yate de un millonario saudí.