(El duque Fernando de Brunswick) |
Recuerdo haber visto hace muchos años, cuando era un joven adolescente, concretamente un domingo por la tarde, una película basada en un relato de Edgar Allan Poe que giraba en torno al miedo de un hombre a sufrir catalepsia y por ello ser enterrado, pensado que había muerto cuando en realidad no era así. Un miedo que por otra parte parece bastante lógico, ya que debe haber pocos momentos más angustiosos que ese de saberse encerrado en un ataúd bajo tierra, estando vivo. Hay casos reales de lo que cuenta Poe, como es el de el duque Fernando de Brunswick, un prusiano nacido en 1721.
El duque, temiendo ser enterrado vivo, ordenó que el ataúd en el que fuera metido para su último viaje debía tener una ventana, un tubo de aire y además una cerradura para poder ser abierto desde el interior. En su mortaja, debía haber dos llaves, una que le permitiera abrir, desde dentro, el ataúd, y otra para la cerradura del mausoleo donde sería colocado dicho ataúd.
No es el caso del duque único, y ese miedo a las consecuencias de la catalepsia ha generado hasta proyectos comerciales de ataúdes preparados para poder salir de ellos. El sueño de cualquier zombie, todo sea dicho.
Por cierto, el relato de Poe se titulaba El entierro prematuro, y si les gusta el tema, pueden echarle un vistazo en youtube a una historia corta de aquel mítico programa Hitchcock presenta, titulada La última fuga.
"La última fuga", genial historia con final sorprendente.
Ese miedo es bien real en algunas personas …
Jm, cierto… gran historia con un buen final.
Trimbolera, posiblemente en la actualidad sea complicado que este tipo de cosas ocurran. Espero :)
Saludos.
Manuel, curiosa conexión la que has realizado en esta entrada. Y digo curiosa, pues justamente gracias a Hitchcock se ha podido determinar si una persona está consciente o no durante un coma. Mejor te dejo la noticia no muy vieja: http://bbc.in/1WwEdgZ