(Estatua de Carlos III en Madrid) |
Como suele ser habitual en este tipo de entradas que giran en torno a alguna palabra, comenzamos aclarando el significado de la misma según la RAE por si hay algún despistado. Un chollo es una ganga, una cosa apreciable que se adquiere a poca costa, muy barata.
El origen de la palabra se lo debemos a un italiano que llegó a España a mediados del siglo XVIII de la mano de Carlos III. Este hombre, napolitano para más señas, se llamaba Cioglio y de ahí ha derivado la palabra hasta chollo, pero veamos el por qué.
Pidió este hombre una licencia para poder poner sillas en las calles, en el recorrido de procesiones y desfiles, del tal forma que la gente pudiera sentarse cómodamente a ver lo uno y lo otro. Por supuesto, el italiano cobraba a cada persona por sentarse en una de sus sillas, puestas en la calle, no lo olvidemos. Colocaba y alquilaba, para los diferentes eventos, miles de sillas, lo que le reportó un gran beneficio económico, consiguiendo así juntar una bonita fortuna.
De ahí, de cómo el napolitano se hizo rico gracias tan sólo a una licencia y a unas sillas en la calle, proviene el asociar su nombre, debidamente castellanizado, para indicar que algo es un chollo. Piénselo si alguno de ustedes esta Semana Santa va a pagar por sentarse a ver una procesión o por verla desde un balcón. Pregunten antes de nada si el que les cobra es italiano, quizás sea un heredero de Cioglio.
Una autentica curistoria, genial !!
Gracias por el comentario.