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| (Caballos de Troya de la Historia, de Javier Sanz) |
Javier Sanz, al que muchos conocerán ya que es la cabeza al frente del magnífico blog Historias de la historia, acaba de publicar su tercer libro: Caballos de Troya de la Historia. El subtítulo del libro es Engaños e ingenios de todos los tiempos que vencieron en la paz y en la guerra y la editorial en la que pueden encontrarlo es Esfera de los Libros. Se trata de una recopilación de historias contadas con maestría y enfoque que suele usar Javier en sus escritos: divulgativo, entretenido y siempre sorprendente.
Esta tercera aventura, después de Nunca me aprendí la lista de los reyes godos y De lo humano y lo divino, bien merece una entrevista para conocer un poco mejor al libro y a su autor. Desde aquí, mil gracias a Javier por prestarse a ello.
Empecemos por el principio, ¿qué te llevó a crear Historias de la Historia?
Para bien o para mal, mi inquietud o afición por la historia no nació en el colegio, en ese sentido puedo decir que fui autodidacta leyendo múltiples libros y, sobre todo, escuchando al maestro Juan Antonio Cebrián. Más tarde, cuando comencé a entrar en la red, me di cuenta de que había pocos blogs de esta temática -Curistoria y alguno más- y me decidí a compartir una afición. En aquel momento no había ningún objetivo ni fin.
Tu tercer libro, recién publicado en Esfera de los Libros, gira en torno a la idea de estrategias. Ponnos los dientes largos con lo que vamos a encontrar en él.
Partiendo de un hecho histórico fácilmente reconocible como es el Caballo de Troya en el que intervienen el engaño, el ingenio o la estrategia, decidí buscar otros hechos y otros protagonistas a lo largo de la historia en los que también intervienen estos “ingredientes”.
Las historias recogidos en este último volumen “Caballos de Troya de la historia”, ¿son inéditas? ¿Estás recogidas y contadas con algún criterio concreto?
Hay de todo, como en botica. Las hay ya publicadas en el blog, reescritas e inéditas. El libro se estructura en dos grandes bloques: en tiempos de guerra y en tiempos de paz (deporte, negocios, publicidad…)
Tu trabajo busca trasladarnos “la historia contada de otra forma” ¿Cómo es esa forma de contar la historia?
Es tratar de hacerla más amena, más cercana y completamente digerible; muy lejos de los grandes ensayos que magistralmente escriben los historiadores pero que difícilmente llegan a interesar al público en general. Yo no escribo libros de historia, sino libros de historias para que la gente se reconcilie con la historia.
En muchas de las historias que cuentas se narran hechos que parecen no relevantes en un primer momento pero que pudieron serlo. ¿Cómo crees que influye estos pequeños hechos en la Historia, con mayúsculas?
No suelo tratar con la historia con mayúsculas -los grandes hechos y batallas se convierten en actores secundarios-, intento darles protagonismo a hechos menos conocidos y a protagonistas que la historia ha olvidado u otros han secuestrado. Como bien decía Plutarco “una broma, una anécdota, un momento insignificante, nos pintan mejor a un hombre ilustre, que las mayores proezas o las batallas más sangrientas”.
¿Tienes alguna preferencia a la hora de seleccionar historias? Héroes, batallas, dichos…
Trato de abarcar todas las épocas de la historia, si bien es verdad que no de todas disponemos de la misma cantidad de información. Si a veces es un problema la documentación por escasa, en otras ocasiones es por la dificultad de contrastar su veracidad.
Entre las muchas ramas que han ido naciendo en Historias de la Historia hay algún proyecto solidario, ¿cuál es y cómo marcha?.
El proyecto se llama Letras en el Sahara. Nació como un apoyo puntual a labor que el Bubisher realiza en los campamentos de refugiados saharauis mediante un bibliobús que recorre los campamentos y la construcción de bibliotecas. Debido al éxito de la iniciativa, decidimos seguir adelante: editamos un libro de poemas, un concierto solidario, concurso de banners… El problema es que para mantener fresca la iniciativa Letras en el Sahara, se necesitan nuevas campañas que vuelvan a reactivarla y, lamentablemente, ahora estamos escasos de ideas… Pero, todo puede cambiar en breve.
El blog, colaboraciones en la radio y en prensa, mucho movimiento en redes sociales, la revista Entropía, proyectos solidarios, viajes… ¿cuál es el truco para hacer tantas cosas y hacerlas bien?
Es cuestión de tiempo y de aprovechar la búsqueda de documentación al máximo: una veces la historia no da para un post pero puede servir para un artículo en prensa; en otras ocasiones buscas información para un libro y salen historias para el blog… es un círculo vicioso que se autoabastece. También tengo que decirte que le quito muchas horas al sueño.
Es obvio que un proyecto como Historias de la Historia conlleva horas y horas de trabajo invertidas, ¿cuáles de las experiencias y aspectos resultantes de esas horas guardas con especial cariño?
Hay una muy especial: un argentino vino a España a estudiar Historia y después de terminar le fue imposible encontrar trabajo y tuvo que regresar a Argentina, donde encontró trabajo en un colegio. Durante este tiempo en España se aficionó al blog y en su primer día de clase, no sabiendo cómo empezar, decidió tirar de algunas de las historias del blog. Desde aquel momento se ganó el mote de “el cuentos”. Para los alumnos se convirtió en un juego y eran ellos los que buscaban historias que luego contaban en clase. Los padres le agradecieron la forma de enseñar la historia porque sus hijos recuperaron el interés por la asignatura.
Diriges una revista de relatos, Entropía, y me consta que Curistoria es seguido por muchos aficionados a la escritura. Desde tu especial atalaya en ese sentido, ¿qué les aconsejas?
Digamos que internet proporciona una plataforma brutal para que en cualquier parte del mundo se puedan conocer sus trabajos, pero siempre he pensado, y lo sigo haciendo, que el tacto y el olor del papel tienen una magia especial. Así que, decidimos lanzar una revista de relatos en papel para los escritores que no han tenido la oportunidad de ver sus trabajos publicados. Lo único que les puedo aconsejar, es que si de verdad siente pasión por ello y disfrutan haciéndolo, que sigan adelante, nadie sabe cuándo ni cómo “saltará la liebre”. Si a mi me dicen hace unos años -y tú lo sabes- que estaría haciendo todo lo que hago… me habría reído a carcajadas.
Por último, siendo un blogger con años de experiencia y premiado en repetidas ocasiones, ¿cómo ha evolucionado este mundo y cómo diríais tu que será en el futuro?
Reconozco que este mundillo me viene un poco grande por todo lo que abarca, la rapidez con la que avanza y el hecho de parecer no tener límite. Así que, me voy adaptando poco a poco y me mantengo expectante ante tantas cambios.
Las siguientes preguntas son las preguntas comunes en todas las entrevistas de Curistoria.
Tres libros que recomendarías
“El mozárabe” de Jesús Sánchez Adalid
La trilogía de Escipión (Africanus, Las legiones malditas y La traición de Roma) de Santiago Posteguillo.
Y para desengrasar y pasar un buen rato, cualquiera de Christopher Moore.
Tres películas que no debe uno perderse
“Million dollar baby”, “El club de los poetas muertos” y “Gladiator”
Cuál es tu rutina, manías, vicios a la hora de escribir, bien un libro o para Historias de la Historia
Las musas conmigo son caprichosas. No tengo rutina, ni orden, ni manías… Soy completamente anárquico.
Recomienda una época, hecho, personaje… de la historia que te atraiga especialmente
Dos épocas y un personaje: Roma (republicana e imperial) y Al-Andalus, y Almanzor, un personaje que siempre me ha cautivado.
Y estando en Curistoria… ¿alguna anécdota personal con algún lector, los libros…?
Un seguidor del blog vino a la Feria del Libro de Madrid para que le firmase un ejemplar de “Nunca me aprendí la lista de los reyes godos”… desde Málaga. Estas cosas no se pagan con dinero y siempre las recodaré.
