Lecciones de marketing de un músico callejero

Pietro Mascagni
Pietro Mascagni

Pietro Mascagni fue un músico y compositor italiano, nacido en 1863 y muerto en 1945. A finales del siglo XIX vio la luz una de sus obras más conocidas, la ópera Cavalleria Rusticana. Estrenada en Roma en 1890, el libreto corresponde a Menasci y Targionni-Tozzetti y es de las pocas obras de Mascagni que siguen siendo interpretadas con cierta regularidad en nuestros días.

En un viaje a Londres, escuchó el compositor a un músico callejero interpretar con su organillo un fragmento de aquella ópera frente al hotel en el que se alojaba. Al parecer del autor, que algo sabría de aquella partitura que había salido de su cabeza, el organillero estaba tocando el fragmento demasiado ligero, es decir, algo acelerado. El autor se dirigió al músico y le reprendió por interpretar mal su obra, diciéndole que la estaba tocando demasiado ligero.

¿Y quién es usted para hacer observaciones? Le respondió el otro algo enfadado. Entonces Mascagni se identificó como el autor de la obra y al momento le cerró la boca con tal argumento al organillero. Además, para mostrarle cómo debía hacerse, Mascagni tomó el lugar del interpreté callejero y tocó su propia composición.

Al día siguiente, al salir del hotel, Mascagni se encontró con el mismo organillero, en el mismo lugar, pero con un cartel enorme que rezaba: “Discípulo de Mascagni”.

Hay que decir que técnicamente no mentía aquel buen hombre, aunque su afirmación quizás era un poco exagerada. En cualquier caso, demostró tener talento para el marketing y para aprovechar las ocasiones, incluso cuando estas hubieran partido de un error.

Fuente: Mis anécdotas favoritas, de Carlos Fisas.

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