Una de esas fechas clavada en la cabeza de todos los aficionados a la historia en general y a la historia militar en particular es el 6 de junio de 1944. Por algo se conoce a esta fecha como el día D, el día del desembarco aliado en Normandía. Es fácil de recordar: 6644; pero en principio no iba a ser esta fecha la elegida.
Estaba planeado que el desembarco fuera un día antes, el día 5 de junio, pero la meteorología complicó todo el despliegue y se hubo de retrasar. Esta decisión tuvo consecuencias, por supuesto, y algunas no triviales. Por ejemplo, la moral de los soldados se vería afectada, sin duda. Preparados para entrar en combate, una espera no era nada deseable.
La meteorología era clave para poder llevar a cabo la operación con garantías y el problema estaba en que no se estaba claro cuándo mejoraría. Según un informe del teniente coronel Stagg fechado en aquel 5 de junio, había una pequeña tregua entre dos depresiones que permitiría hacer el desembarco durante el día 6 cn tiempo relativamente favorable. Después, todo volvería a complicarse.
Cuando se tomó la decisión final de poner en marcha la operación el día 6, el tiempo era malo y toda la esperanza se basaba en que el informe meteorológico fuera acertado. Ya saben ustedes la relativa seguridad de este tipo de informes. La imagen de arriba corresponde exactamente a ese informe meteorológico, hecho en las horas anteriores al desembarco.
Por supuesto, todo aquello tenía una parte positiva. Los alemanes no esperaban que los aliados acometieran un salto al continente con tiempo adverso.
Un apunte muy interesante y curioso :)
En la peli "El día más largo", de Ken Annakin, se refleja muy bien esa tensión de la tropa hacinada en los trasportes marítimos, bajo un constante aguacero, esperando la orden de partida.
Eso, evitar que aquella situación desmoralizara a los soldados, fue una de las razones de más peso para arriesgarse a tomar la decisión con un parte meteorológico que en realidad no garantizaba nada.
Por otro lado, como bien dices, casi ninguno de los estrategas alemanes apostaban por el desembarco con tal temporal.
Gracias Heimdall por el comentario.
Amigo Trecce, no hay mal que por bien no venga. Eso sí, ahora que sabemos que fue todo bien lo vemos con otros ojos.
Pensemos en lo difícil que es en la actualidad predecir con exactitud el tiempo que hará pasado mañana. Ahora pensemos en 1944, cuando no existían todavía los satélites artificales y los meteorólogos casi eran unos "adivinos".
Señor Vitique, tiene usted una web excelente, que merece la pena visitar con frecuencia.. Un saludo.
Jorge, tienes toda la razón. Sin ordenadores que hagan simulaciones y procesen datos y datos… complicado.
Celebro que te guste el blog y espero que lo visites con frecuencia.
Un saludo.
O sea, que podemos decir que el tiempo también echo una manita en el desembarco.
Por cierto Viteke pásate algún día por mi blog. Si buscas la entrada que hice el 6 de junio apoyándome en la efemérides del día D decubriras uno de los artículos de los que me siento mas orgulloso.
Un saludo y nos seguimos leyendo.
Gracias por el comentario Memoria. Me meto tu blog en el RSS.
Un saludo.
Gracias a los Gringos, Ingleses y Canadienses y bueno a los Sovieticos que por el otro lado le colocaron el tate-quieto a esos nazis malnacidos.