
Durante la Primera Guerra Mundial, en Serbia, los soldados británicos y búlgaros intercambiaban mensajes con un método tan sencillo como curioso. Dejaban los mensajes escritos en pequeñas notas que clavaban en los árboles a medida que las líneas iban y venían, y los árboles que un día estaban en la zona de un bando estaban al día siguiente en el bando contrario.
Lo más curioso es que aquellos mensajes, que se contaban por docenas, no solían ser denigrantes, sino que tendían más hacia el humor y la burla ocurrente. Un buen ejemplo del tono de estos mensajes es el siguiente. En respuesta a un mensaje que habían dejado con anterioridad los británicos, cuando retomaron “el propio árbol”, vieron un mensaje que le habían dejado lo soldados enemigos: “Por el amor de Dios, británico, escribe en inglés la próxima vez. Tu francés es horrible”.
No hay que olvidar que además de dejarse notitas cariñosas, estos hombres dedicaban su tiempo a intentar matarse los unos a los otros.
Fuente: Millitary’s strangest campaigns and characters, de Tom Quinn
Supongo que habraia que tener un poco de sentido del humor incluso en esos momentos terribles , pues sino seria para volverse loco.
viendo esta entrada, recorde la famosa tregua de navidad ocurrida en la primera guerra mundial, yo crei haberla leido en este blog pero segun san google estaba equivocado, seria bueno que hagas una entrada sobre este tema con tu habilidad de escribir y de contar las cosas.. adios!
Conozco la historia, pero lo cierto es que nunca la he contado. Algún día lo haré, seguro.