Un dios por un rey; y la vida por ello

La curistoria de hoy es una muestra de razonamiento lógico y a la vez absurdo. Es más, tan absurdo que hace dudar de la veracidad de la historia, o al menos de los motivos. En cualquier caso, allá va.

Parece ser que Teodorico, El Grande, rey de los ostrogodos en el último cuarto del siglo V y a comienzos del siglo VI, era de creencia arriana. Su primer ministro o mano derecha era católico, pero a pesar de ello el rey tenía plena confianza en aquel hombre. Era tan fiel súbdito del rey este hombre que para agradarle modificó su religión y cambió el catolicismo por el arrianismo.
Teodorico, a la vista de aquel cambio lo mando ejecutar. Cuando le preguntaron el porqué de aquella decisión al rey, dijo: “si ha sido capaz de traicionar a su dios, no tardará en traicionarme a mí”.
Como decía, un razonamiento lógico y no falto de sentido común, pero dudo que la decisión fuera la más acertada.

Fuente: Revista Historia y Vida, número 512

2 comentarios en “Un dios por un rey; y la vida por ello”

  1. Y lo cierto es que a Teodorico no le faltaba razón: si su siervo era capaz de traicionar a su Dios (el que debería ser el personaje más importante de su vida) ¿quién le aseguraba al rey que no haría lo mismo con él?
    Muy curioso el post!

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