Derrick Leverton fue un soldado inglés, con rango de mayor, que luchó en la Segunda Guerra Mundial en la batalla por la toma de Sicilia, entre otras campañas. Era un tipo con un humor excelente y que parecía tomarse todas las cuestiones por malas que fueran con cierta filosofía. Quizás que su negocio como civil fuera una funeraria le ayudó a relativizar todo. Por cierto, su hermano, que no pudo ser soldado y combatir, contribuyó a la guerra transportando el cuerpo de “el hombre que nunca existió”, es decir, el muerto que en la operación Mincemeat sirvió de engaño para los alemanes. Otro día les contaré esta historia, una de mis favoritas de la Segunda Guerra Mundial, ahora volvamos a Sicilia.
Como decía, Leverton se tomaba las cosas con tranquilidad. Por ejemplo, en su transporte hasta Sicilia para la invasión del contiente, en medio de un temporal brutal que amenazaba toda la operación, no tuvo reparos en echarse a dormir. Debía ser el único hombre en toda la operación durmiendo. Más tarde, cuando les estaban bombardeando ya en terreno italiano, se sentó tranquilamente a tomarse un té, del que por cierto habló muy bien, mientras las bombas caían sobre su posición.
Y por fin llegó el momento de trabajar, cuando le tocó comenzar a colaborar activamente en el combate. Montar y organizar los cañones era sofocante y su uniforme no le pareció la mejor opción. Según sus propias palabras: “me diseñé un uniforme de invasión que consistía en una camisa delgada, mi bañador azul Jantzen, un par de zapatillas de gimnasia azules y un casco. Un atuendo excelente y muy recomendable”.
Imagínense la escena, un tipo en bañador, zapatillas y camisa, pero con casco, dando órdenes y trabajando en mitad de la invasión. Todo un personaje, este Leverton.
hay por ahi mas historias de oficiales britanicos,tomando te en el fragor del combate,y la verdad creo que es cuando menos lamentable que hicieran eso,mientras otros soldados luchaban a muerte
Magnífica historia. Digna de la conocida Flema Inglesa. Sólo queda esperar por la historia de la Operación Mincemeat, y espero que no nos dejes vestidos y alborotados. De paso, FELICES FIESTAS a todos, desde un lugar del Nuevo Mundo.
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hay por ahi mas historias de oficiales britanicos,tomando te en el fragor del combate,y la verdad creo que es cuando menos lamentable que hicieran eso,mientras otros soldados luchaban a muerte
Bom, yo creo que no "escurrían" el bulto sino que más bien en lugar de ocultarse y esconderse, se lo tomaban con filosofía.
Gracias por el comentario.
Magnífica historia. Digna de la conocida Flema Inglesa. Sólo queda esperar por la historia de la Operación Mincemeat, y espero que no nos dejes vestidos y alborotados. De paso, FELICES FIESTAS a todos, desde un lugar del Nuevo Mundo.
Llegará pronto la Operación Mincemeat. Pero esa bien merece un artículo más largo de lo habitual.
Saludos.