Manda las cenizas a la viuda

En 1934 el aparato nazi en el poder llevó a cabo una terrible serie de asesinatos destinados a acabar con gran parte de los miembros del propio entorno que no eran gratos para Hitler y el resto de líderes. Hubo algunos muertos que no estaban en las listas.

Un crítico musical llamado Schmidt fue fusilado al ser confundido con un médico que llamaba como él. También el jefe de las Juventudes Hitlerianas de Sajonia, un tal Laemmermann, tuvo la mala suerte de que su nombre se colara en las listas de gente a ejecutar. Nadie supo muy bien por cómo había ocurrido, pero en cualquier caso fue asesinado.
Después de los errores los asesinos tuvieron un detalle con sus viudas. Les enviaron una carta de disculpa, que no es mucho contando con que acababan de asesinarlos, pero también es cierto que una vez muertos no se podía hacer mucho más. También enviaron, junto con la carta, las cenizas de los muertos. Eso sí, por correo, porque cualquier explicaba aquellos errores a la cara de la viuda.

8 comentarios en “Manda las cenizas a la viuda”

  1. Anda, y uno va creyendo que el régimen Nazi era atroz y desconsiderado… er, un momento.

    Por cierto que debe sonar la mar de raro algo así como "ser viuda por un error burocrático".

  2. ¡Que cosas más bonitas hizo el nazismo¡ No entiendo porqué a todo el mundo le pareció tan mal… dejando a un lado la ironía, tiene que ser muy violento recibir una disculpa por haber asesinado a alguien querido por error.

  3. Duncan, pero ahora es más complicado que te maten por error, aunque todo puede pasar. De hecho, no hace mucho que pasó.

    Orko, si no fuera trágico, sería cómico.

    Pablo, si te van a matar… que no te hagan esperar 🙂

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