En estos días de debate sobre el mundo ciclismo, por enésima vez el dopaje arrasa con todo, voy a escribir una curistoria sobre una gesta ciclista que conocí no hace mucho a través de la radio. Ocurrió en 1956, durante la 39ª edición del Giro de Italia, en la que tomaron parte en su jornada de inauguración 105 ciclistas.
No sé si habrá algún deporte más duro que el ciclismo, la verdad es que están hechos de otra pasta.
Estoy de acuerdo.