Cuando Carlos III ascendió al trono de España allá por 1759, en Níjar, un pueblo cercano a Almería, se celebró tal hecho con lo que actualmente llamaríamos un macrobotellón. Se hace eco de este hecho histórico el filósofo Ortega y Gasset en su obra “La rebelión de las masas” como muestra de los límites a los que la masa plebeya puede llegar.
Según parece, el alcalde reunió en la plaza a todos los vecinos, y después de preguntar cosas como “¿creéis por esta que Dios es Dios? ¿Y creéis que Carlos III, que es hermano de nuestro difunto Rey, el que está en Italia, es nuestro monarca?”; comenzó la fiesta. Mandó acarrear hasta la plaza bebida para todo el presente y se consumieron 77 arrobas de vino y cuatro pellejos de aguardiente. Con esta cantidad de alcohol, la masa se desmadró y acabaron arrasando y saqueando tiendas, casas y locales por todo el pueblo.
Un festejo histórico, en todos los sentidos, sin duda, que se conoce como la locura de Níjar y que bien podía encajar en nuestros días en algunos lugares.
Fuente: Guía del levante almeriense
Más que mostrar los límites a los que la masa plebeya puede llegar, yo creo que lo que muestra es que cualquier masa, plebeya o ilustrada, no tiene límites en determinadas circunstacias.
Muy buena la curistoria.
Quizá deberíamos replantearnos la prohibición de algo tan históricamente documentado…
Jejejejeje
Desde luego, como hemos cambiado….
Bueno, comparar los macrobotellones con actos delictivos me parece desmesurado.
Dejad que los chavales se lo pasen bien a un precio asequible, que nosotros también lo hemos hecho!!
jajajaaja y luego dicen
Si es que a los reyes les fue siempre el cachondeito, lo cierto es que ya los romanos sabian que para contentar al pueblo habia que darles fiesta y estos no eran tontos desde luego, qué mejor que una fiesta para afianzar al rey
que corra el vino!!!!
Eso sí que fue una Fiesta! :).
He visto que te has ausentado un tiempo del blog. Espero no sea nada grave.
Suerte. Uriel
Otro gintonic, por favor!!!
Gracias por los comentarios.
Trecce, la masa es incontrolable. Con alcohol o sin él.
Desorbitao… o institucionalizarlo :)
Juanky, más bien poco.
Botellonero, es cierto lo del precio y también que todos lo hemos hecho. Pero uno con la edad ve las cosas de otro modo :)
Froiliuba, que corra.
Uriel, gracias por el deseo. Efectivamente no ha sido nada. Unos días de sobrecarga de trabajo y otro par de días de simple cansancio / gripe.
Super, marchando.