Hemos hablado de la Guerra del Fútbol, de la Guerra de la Oreja de Jenkings e incluso de la Guerra de los Pasteles. Leyendo todo esto queda claro que cualquier excusa es buena para que los hombres se declaren la guerra y se líen a golpes, cuando no a tiros. Hasta por un cerdo.
Las islas de San Juan están en la costa noroccidental de EEUU y en 1859 estaban en disputa entre EEUU y Gran Bretaña. Ambos países tenían colones en aquel territorio. Como decía antes, cualquier excusa es buena para hacer una guerra cuando así se desea, pero no creo que un norteamericano, llamado Lyman Cutlar, pensara en una guerra cuando disparó contra un cerdo porque estaba atravesando su plantación de patatas. Lamentablemente el cerdo era británico. ¡Miles de chistes se podrían hacer en este punto!, pero me contendré.
Las autoridades británicas amenazaron al “cazador de gorrinos” con su arresto si no reponía el daño causado al propietario del cerdo. Los colonos americanos pidieron ayuda a su ejército, y este acudió a la llamada. ¿No sería más barato pagarle un puerco al inglés? No, mejor que intervenga el ejército. El gobernador británico, en respuesta, mandó un barco de guerra a la zona. Y así la cosa se fue complicando y complicando hasta llegar a los 400 soldados estadounidenses en la isla, que tenían enfrente a una pequeña flota británica con miles de soldados dispuestos para el combate. Recuerden. ¡Por un cerdo!
Finalmente un soplo de sentido común llegó a las islas de San Juan y los oficiales británicos no ejecutaron la orden de desembarcar a los soldados, lo que evitó el conflicto. ¡Alguien había ordenado el desembarco!¡Por un cerdo! El gobierno de EEUU también se dio cuenta de que armar todo aquello por un gorrino no era algo sensato y todo se calmó. La guerra del Cerdo, si me permiten la denominación, fue abortada antes de explotar y con una única baja: el propio cerdo.
Por cierto, unos años después de estos hechos, EEUU y Gran Bretaña confiaron en el criterio del Kaiser Guillermo I de Alemania para decidir sobre las islas de San Juan. Este determinó que debían pertenecer a los norteamericanos y así fue. Actualmente, el archipiélago al que pertenecen las islas de San Juan se divide en dos grupos. Estas, junto con otras islas, forman parte del estado de Washington y otro grupo, las islas del Golfo, pertenecen a Canadá. No me negarán que es más lógico esto que llevarlo todo al campo de batalla usando como excusa a un triste animalito, que además pagó con su vida.
[Photo by Roguey000]
Increíble de lo que somos capaces lo seres humanos. hacer la guerra, ¡Por un Cerdo! que barbaridad!! y eso que decimos de nuestra propia especie que somos tan inteligentes!!
Y parece que aún nos la seguimos agarrando por culpa de los cerdos otra vez, con todo este asunto de la fiebre porcina. ¡Por Dios!
Muy buena entrada. Saludos.
Esther
Qué oportunidad se perdió en su momento de coger el cerdo y unas patatas del británico y hacer una comilona :)
Saludos.