En 1941, en el campo de concentración de Auschwitz un polaco huyó de una cuadrilla de trabajo. Como represalia, eligieron a diez hombres al azar, los encerraron y los dejaron morir de hambre. Después de la selección de los diez hombres, Maximiliam Kolbe un sacerdote católico polaco le dijo al comandante del campo: «Estoy solo en el mundo; en cambio, ese hombre, Francis Gajowniczek, tiene una familia por la cual vivir». El comandante aceptó el cambio que le propuso el sacerdote y lo encerró. Además, fue el último de los diez en morir. Cuando fue beatificado el 17 de Octubre de 1971 (fue canonizado once años después) en la ceremonia estuvieron presentes Francis Gajowniczek, el hombre a quien sustituyó, y su esposa.
Llevo dos días leyendo tu blog, es muy interesante y ameno.
Este post me ha gustado e impresionado.
Un saludo y te enlazo.
Fantástico el amor que profesaba este hombre…
Kadesh:
muchas gracias por el comentario. Me alegro de que el blog te parezca ameno.
A mi también me «llegó» la historia de este Santo, sin duda, una entrega considerable.
Saludos y gracias también por el enlace 🙂
Ya conocia bien la historia pero me emociona volver a leerla y es un ejemplo a aplicar para el Genero Humano.
Un saludo.
: “Este sacerdote es un verdadero hombre. Nunca antes vi uno como él».
Comentario de uno de los guardias SS de Auschwitz.
http://www.elsiglodetorreon.com.mx/noticia/356143.mas-alla-de-las-palabras-maximiliano-kolbe.html
Gracias por el comentario y los datos.