Premios Nobel españoles

Si hiciéramos un ranking de los países con más premios Nobel, España no estaría en las primeras posiciones. Hay 8 españoles que lo han recibido, si incluimos al peruano nacionalizado español Mario Vargas Llosa. Estamos lejos de Reino Unido, Alemania o Estados Unidos, que son los únicos países que superan los 100 premiados. Francia ronda los 70, y frente a esto los premios Nobel españoles son 8.

Entre los 8 premios hay 6 de literatura y 2 de medicina

Lo cierto es que comenzamos muy bien, porque los premios comenzaron a entregarse en el año 1901, y España ganó uno en 1904 y otro en 1906. El último, por supuesto, será el de Vargas Llosa, contándolo como español gracias a su nacionalización. Y si tuviéramos que decir en qué somos buenos los españoles basándonos en estos galardones, pues tendríamos que decir que somos buenos en literatura, donde hemos ganado en 6 ocasiones, y razonablemente buenos en medicina, con otros dos reconocimientos.

La lista de los 8 premios Nobel españoles es la siguiente:

1904 – José Echegaray

José Echegaray, madrileño de 1832, ganó el premio de literatura “en reconocimiento por las numerosas y brillantes obras que, de una forma personas y original, han revivido las grandes tradiciones del drama español”. El entrecomillado es el texto que la Academia sueca destaca como motivo para el reconocimiento con el Nobel. Por cierto, Echegaray lo compartió con el francés Frédéric Mistral.

1906 – Santiago Ramón y Cajal

El científico Santiago Ramón y Cajal, nacido en 1852, ganó el de medicina. El premio era un “reconocimiento por su trabajo sobre la estructura del sistema nervioso. De nuevo, el premio fue compartido, esta vez con un italiano: Camillo Golgi.

1922 – Jacinto Benavente

El madrileño Jacinto Benavente, de 1866, se llevó el premio de literatura, esta vez sin compartir con nadie, por “el modo feliz en que ha continuado con la ilustre tradición del drama español”.

1956 – Juan Ramón Jiménez

El poeta Juan Ramón Jiménez, nacido en 1881 en Moguer, ponía 3 a 1 el marcador de literatura frente a medicina. El Nobel reconocía así “su poesía lírica, que constituye, en el idioma español, un ejemplo de alto espíritu y de pureza artística”.

1959 – Severo Ochoa

Severo Ochoa, de 1905, ganó el segundo premio Nobel para España en los años 50 del siglo pasado. Era también el segundo en medicina, y el último en esta disciplina hasta el día de hoy. Se le reconocía así “su descubrimiento de los mecanismos en la síntesis biológica del ácido ribonucleico y el ácido desoxirribonucleico”. Compartió premio y motivo del mismo con el estadounidense Arthur Kornberg.

El último ganador ha sido Vargas Llosa, peruano con doble nacionalidad

1977 – Vicente Aleixandre

Vicente Aleixandre, sevillano nacido en 1898 fue reconocido “por su creativa escritura poética que ilumina la condición humana en el cosmos y en la sociedad de hoy, representando al mismo tiempo una gran renovación de la tradición poética española de entre guerras».

1989 – Camilo José Cela

Camilo José Cela, nacido en 1916 es el último de los españoles nacidos en España que ha ganado el Nobel. Se lo concedieron “por una prosa rica e intensa, que con refrenada compasión configura una visión provocadora del desamparado ser humano”.

2010 – Mario Vargas Llosa

El peruano Mario Vargas Llosa ganó el premio Nobel hace 10 años. Aunque nació en 1936 en Arequipa, es nacionalizado español y por esa doble nacionalidad lo incluimos en esta lista. Su premio se justificaba por “su cartografía de las estructuras de poder y sus intensas imágenes de la resistencia individual, la sublevación y la derrota.

Como dice la popular frase, quizás no estén todos los que son, pero sí son todos los que están. Podrían estar también Pérez Galdós, como se ha comentado últimamente, o Miguel Delibes, que merecía todos los premios. Siendo la lista tan corta, casi no hay excusas para no leer a todos los premios Nobel españoles de literatura. Yo reconozco que de alguno no he leído nada o casi nada. Especialmente de los dos primeros, Echegaray y Benavente, con los que sólo me he cruzado en alguna antología poética. Mea culpa.