Salvador de Madariaga |
Con la Guerra Civil Española y el posterior franquismo cambiaron muchas cosas en España, en casi todos los ámbitos. Entre ellas, algunos miembros de la Real Academia Española fueron expulsados de la misma por orden del gobierno franquista. Pero la RAE mantuvo la potestad de nombrar los hombres y mujeres, hombres en la práctica, que ocuparían aquellos asientos y lo que hizo fue esperar a que fueran muriendo en el exilio los expulsados antes de volver a ocupar sus asientos. Es decir, de facto no acató la orden franquista.
Un caso sumamente sorprendente fue el de Salvador de Madariaga. Nacido en La Coruña en 1886, fue ministro durante la Segunda República y en julio de 1936 se exilió al Reino Unido. Combatió el franquismo desde el extranjero y aunque había sido nombrado miembro de la RAE en aquel año 1936, no había podido tomar posesión de su asiento cuando comenzó la guerra. Fue uno de los casos en los que la RAE mantuvo su asiento tal y como hemos explicado, esperando su muerte o la del dictador. Madariaga sobrevivió a Franco y así tuvo oportunidad de volver a España y forma parte por fin de la academia, de ocupar la silla M en la RAE.
Desde el 20 de mayo de 1936 Madariaga hubo de esperar cuarenta años, hasta el 2 de mayo de 1976, para ocupar su lugar, aquel que la RAE le había guardado, por así decirlo. Comenzó su discurso con “Pues claro que tuve la tentación de comenzar este discurso con un resonante decíamos ayer…”, para explicar a continuación que poco quedaba de la RAE de cuatro décadas atrás y que por lo tanto no tenía sentido insinuar que nada había cambiado.
Fuente: Documentos RNE
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Por lo visto, Madariaga presumía de dominar el inglés y el francés, además del español, y Unamuno decía de él que era "tonto en tres idiomas". Mala uva que tenía don Miguel.
Saludos.
Había oído ese comentario de Unamuno pero no recordaba a quién se refería :) Gracias por el comentario.
Saludos.