Al parecer, Tales de Mileto se cayó a un pozo porque andaba (literalmente) ensimismado, dándole vueltas a su cabeza. Es lo que tienen los filósofos, no pueden evitarlo. Por ellos se comenzaron a tapar las alcantarillas, eso seguro. Bueno, que me pierdo. Al parecer, una criada comentó al verlo caer que era capaz de pensar en asunto celestiales pero no era capaz de ver lo que tenía bajo sus pies. La madre de Tales, que una madre es una madre, apostilló: “¡Si por lo menos se fijara en las mujeres!”. Ya ven ustedes, mucho filósofo y mucha historia, pero aquella madre andaba como andaba, preocupada por si su hijo se echaba novia. Ver para creer.
La curistoria está en que al parecer la madre tenía una obsesión en este sentido, y Tales de Mileto contestó durante años a los embistes de su madre: “Aún no es el momento”. Hasta que un día, el filósofo contestó: “Ahora el momento ya ha pasado”. Supongo que la madre en este momento se echaría a llorar amargamente. Lo que no aclara el libro, es si el de Mileto cambió el discurso porque había conocido a la mujer de su vida y no fue correspondido en su amor o si porque dejó pasar tanto tiempo que luego ya le daba al pobre hombre hasta pereza ponerse al lío.
¿Qué tiene esto de histórico? A pesar de que el libro que les decía lo cuenta, no lo tengo yo por muy cierto. O sí, quién sabe. Pero seguro que alguno de ustedes, cuando una madre, o esa tía tan amante de bodas, les comente: “Pero hijo, ¿cuándo te va a echar novia?”; a partir de ahora responderá: “Como decía Tales de Mileto, aún no es el momento”. Y claro diciéndolo un filosofo…
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Buena respuesta para una pregunta indiscreta :-P
Jajajaja, más de un singel necesitaría de la sabiduría de este gran pensador para salir airoso de ciertas preguntas incómodas de las madres/tías/abuelas jajajaja.
Muy buena, sinceramente, una gran contestación :D
Gracias por vuestros comentarios :O