Es posible que en estos días hayan ustedes leído en la prensa o escuchado en la radio una noticia sobre unas mujeres keniatas que se han plantado con un ultimátum frente a sus hombres: sin acuerdo entre ellos, no hay sexo. Este grupo de mujeres ha puesto como condición a sus maridos el alcanzar un acuerdo para llevar a cabo ciertas reformas en el país antes de volver a tener sexo «en casa». Una de estas mujeres es la esposa del Primer Ministro, para que se hagan ustedes una idea del alcance de esta iniciativa. Fíjense si lo tienen bien preparado estas féminas que hasta han pagado a las prostitutas del lugar para sumarlas a su equipo.
Esta historia parece tomada de Lisístrata, una obra de teatro griega escrita por Aristófanes. En la obra clásica, Lisístrata, harta de guerras y guerras entre Atenas, Esparta y otras ciudades, se alía con las mujeres, tanto de su ciudad como de las ciudades enemigas, para evitar el sexo con sus maridos hasta que estos no dejen de lado sus continuos combates. La estrategia dio resultado y la carencia de sexo llevó a los hombres a entenderse y firmar la paz.
Miedo me da pensar en cómo sería la noche de celebración del acuerdo de paz entre las polis griegas. Espero que estas celebraciones también tengan lugar en Kenia, porque aún sin saber cuáles son concretamente sus reivindicaciones las intuyo cargadas de sentido común.
Estoy leyendo un magnífico libro sobre los persas, escrito por Lloyd Llewellyn-Jones (enlace afiliado), recién… Leer más
La censura ha existido desde el principio de los tiempos, o al menos desde que… Leer más
A finales del siglo XIX, haber creado la tabla periódica permitió a Mendeléyev tener una… Leer más
El escándalo del Watergate tuvo lugar en los primeros años de la década de los… Leer más
Jacobo II fue rey de Escocia desde 1437 hasta su muerte en 1460. Había nacido… Leer más
Desde hace unas semanas podemos leer el último libro, hasta ahora, de Gabriel García Márquez.… Leer más
Privacidad y cookies: este sitio utiliza cookies. Al continuar utilizando este sitio web, aceptas su uso. Para obtener más información, incluido cómo controlar las cookies, consulta nuestra política
Más info
Ver comentarios
y ahi.. alguno se aprovecho del despertar sexual a la homosexualidad...
Aunque me sonaba la historia, muy curioso xD Lo lei en el periódico y me provocó la sonrisa
Claro: "Haz el amor y no la guerra".
En ciertos aspectos, los hombres (refiriéndome exclusivamente al género masculino) dejamos bien cortito al perro de Pávlov. ¡Qué fácil es manipularnos!
Las mujeres están en posesión de una poderosísima arma. ¡Qué bien que en ambas ocasiones haya sido usada para buenos fines!
gt7h1
P.D. Por cierto, ¿hay alguna fémina de buen ver interesada en manipularme? ¡Aprovechen! ¡Resistencia mínima!
El gentilicio de Kenia es keniano. El señor Kenyata fue presidente de este país y eso puede llevar a confusión.
Por lo demás, buena historia.
Continuando con la noticia, lo que más me ha llamado la atención es que la media de los keniatas es de seis veces a la semana. Con esta media debe ser muy duro... Qué lejos de la media europea.
Un saludo
Bichicome, no hay mal que por bien no venga.
Jota, curiosa es.
gt7h1, no te falta razón.
Mil gracias Résped por la corrección. Un lujo tener lectores como vos.
Javier, esto... um... confiemos en que los métodos de encuesta en Kenia no sean muy fiables.
Saludos.
Respecto al uso de keniano/keniata... Según la RAE, el gentilicio es «keniata» (véase http://buscon.rae.es/draeI/SrvltObtenerHtml?LEMA=keniata&SUPIND=0&CAREXT=10000&NEDIC=Si).
De hecho, «keniano» aún no está en la edición actual del diccionario, sino que será añadido en la próxima (23ª edición, http://buscon.rae.es/draeI/SrvltGUIBusUsual?TIPO_HTML=2&TIPO_BUS=3&LEMA=keniano).
Saludos.
RRR, cierto. Cuando Résped lo comentó lo comprobé en la RAE.
Saludos.