La luna jamás resplandece sin traerme recuerdos de la bella Annabel Lee.
Bien, como decía, Poe nació el 19 de enero de 1809 y finalizó terriblemente su existencia, en extrañas circunstancias, el 7 de octubre de 1849. Sus cuentos y poemas están llenos de misterios, personajes complicados, miedo y hechos sorprendentes. Y hay una historia referente a su tumba que encaja en este tipo de historias y que parece escrita por el mismo Poe.
Al parecer, cada 19 de enero, aniversario de su nacimiento, desde el año 1949, un siglo exacto después de su muerte, un visitante anónimo vista la tumba para cumplir con una inquietante liturgia. En las primeras horas de la mañana de este día de enero, deposita sobre la tumba de Poe una botella de Coñac y tres rosas. Este visitante ha sido bautizado como “Poe Toaster”, algo así como el que brinda por Poe.
Para ser sinceros y rendir honor a la verdad, debemos aclarar que este hecho actualmente se ha convertido más en una “broma” que en un homenaje real a Poe. Hasta ha aparecido algún año una apuesta para la “Super Bowl” junto con las rosas y el coñac. Hay un tipo que en 2007 declaró que él había comenzado a hacer la ofrenda y que lo había hecho en los años 60, no a finales de los 40.
En cualquier caso, y tratándose de Poe, yo me quedo con la leyenda y prefiero pensar que el tipo que visita la tumba año tras año es alguien que hizo un oscuro pacto con Poe, con sus libros, o con la mismísima Annabel Lee; y que juró recordar al genio estadounidense todos los años, pasado un siglo de su muerte. Me gusta más así.
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¡Hola! ¿Qué tal? Resulta que ayer puse una entrada en mi blog fusionando influencias y el protagonista es Poe. Así que no he podido evitar pasarme a ver este artículo.
Curiosa leyenda para un extraordinario narrador que no ha muerto.
Poe, querido, deja ya de burlarte de nosotros, con esas botellas y esas rosas. Claro, tú eres inmortal y nosotros, no.
Un abrazo
Hola, hace un rato me encontré con este artículo, no sé si da mucha credibilidad a un mito o qué, pero ya no puedo evitar mencionarlo, gracias por el excelente blog!
http://noelio.blogia.com/2009/011901-a-su-salud.php
Gracias por los comentarios. Me alegra ver que Poe os gusta.
Saludos.
Desde luego tiene más encanto esa leyenda que la simple efigie de la tumba baudelairiana. Porque me fui directa al pisar París al cementerio de Montparnasse y busqué y busqué y finalmente encontré la tumba homónima, que es más una lápida familiar que otra cosa, llena de pegatinas ochenteras y besuqueos francesiles. Una pena. Pobre Baudelaire -es que a mí me tira más éste que Poe, qué le vamos a hacer ;)-.
Fdo: Irdabama (Gadatas en Hislibris, para que no haya confusión alguna de nada).
Hola Gadatas:
encantando de verte por aquí. En cualquier caso, mejor leer los libros que visitar las tumbas :)
Saludos.