Esta anécdota o historia está en mi cabeza desde que la aprendí siendo niño en la escuela. Y además, creo que es muy conocida y utilizada en las conversaciones, por lo que nunca había pensado escribirla en el blog. Pero hace unos días en la radio, alguien la mencionó y no acertó con el autor y el resto de personas que estaban allí tampoco lo tenían demasiado claro. Así que aquí va la historia, y ustedes me perdonarán si es muy conocida. Fray Luis de León era un religioso, humanista y profesor agustino del siglo XVI. Fray Luis estudió en Salamanca y aquí mismo, en su Universidad, acabó impartiendo clases desde su cátedra. San Juan de la Cruz fue alumno suyo. Estuvo en la cárcel por traducir algunos libros que no estaban bien vistos, pero esto no impidió que su carrera docente siguiera activa y progresando. Las denuncias, más motivadas por envidias y rencillas que por otra cosa, acabaron provocando que la Inquisición abriera un proceso contra él que duró 5 años en los que estuvo encarcelado y después de los cuales fue finalmente absuelto. Según la leyenda (que una vez más puede distar más o menos trecho de la realidad) al volver a su cátedra después de esos 5 años de ausencia, comenzó su clase con la frase: “Como decíamos ayer…”. Como comentaba al inicio de post, yo he escuchado esta expresión innumerables veces y la he utilizado también no pocas. Espero que los pocos o muchos de ustedes que no la conocieran, la utilicen a partir de ahora.
Estoy leyendo un magnífico libro sobre los persas, escrito por Lloyd Llewellyn-Jones (enlace afiliado), recién… Leer más
La censura ha existido desde el principio de los tiempos, o al menos desde que… Leer más
A finales del siglo XIX, haber creado la tabla periódica permitió a Mendeléyev tener una… Leer más
El escándalo del Watergate tuvo lugar en los primeros años de la década de los… Leer más
Jacobo II fue rey de Escocia desde 1437 hasta su muerte en 1460. Había nacido… Leer más
Desde hace unas semanas podemos leer el último libro, hasta ahora, de Gabriel García Márquez.… Leer más
Privacidad y cookies: este sitio utiliza cookies. Al continuar utilizando este sitio web, aceptas su uso. Para obtener más información, incluido cómo controlar las cookies, consulta nuestra política
Más info
Ver comentarios
Yo la conocía y me acordé mucho de ella cuando visité el año pasado la Universidad de Salamanca y el aula donde, se dice, pronunció esa frase.
Hay personas con una sabiduría privilegiada.
Madre mía... ¡qué morriña! ¡Qué bonita es Salamanca!
Desde luego es una preciosidad. Es una de las ciudades que más me ha impactado. Increíble, la pongo entre mis ciudades favoritas, sólo por detrás de Granada :-P
Esto no es del todo cierto. Para empezar, cuando se reincorporó a la Universidad lo hizo impartiendo una asignatura diferente, y además lo-que-se-dice-que-dijo significa "decíamos en días pasados...".
Y sí, Salamanca es preciosa, de allí es toda mi familia materna y allí viví desde los dos hasta los once años.
¡Un saludo!
"..,como decíamos ayer..." es la m'as
conocida, aunque no sea la cierta,
según afirma el colaborador..,
Canyamel, una vez más la línea entre la leyenda y la historia está ahí, delgadita...
Cierto es que la traducción en ocasiones la he visto como "decíamos en días pasados...", pero realmente el mensaje es el mismo y tan válida es una como la otra.
En cualquier caso la otra es la más conocida y la más usada.
Por cierto, comentario escrito desde Salamanca :)
Saludos.
tengo que conocer españa...
aqui en mexico
guanajuato por personas que conocen provincias españolas que viven en mexico dicen que es muy similar
pero tengo que ir al viejo contienten
condor
Pues nada, a venirse a España tocan.
Saludos.
Me gusta mas:"Como deciamos ayer" creo que representa mucho mas lo que en realidad quiso decir, como si su tiempo en la carcel no significara absolutamente nada, como si no hubiese dejado en realidad que le robasen esos 5 años por la cara, me gusta, me encanta, y no hay mejor frase para usar con personas que dejas de ver algun tiempo pero la relacion sigue siendo exactamente la misma, hay cosas por las que el tiempo no pasa..mejor asi...
Gracias por esa opinión.
Saludos.
Lo bonito de la historia es precisamente, convertir una anécdota en algo grande, así que da lo mismo y lo mismo da, "como decíamos ayer" y "decíamos en días pasados". La grandeza es comprender que aquellos cinco años de cárcel fue un ligero paréntesis y lo que pretendía la envidia no lo consiguió.
Todas estas anécdotas se recuerdan en momentos puntuales de la vida de una persona, y son ellas las que a veces hacen seguir viviendo.
Javier Cano.