Durante siglos, los asedios a ciudades fuertemente fortificadas eran la línea común de las guerras y el día a día de los ejércitos. Para batir una ciudad eran varias las técnicas, tácticas y estrategias que se utilizaban, entre ellas, las minas. Las minas eran túneles que excavaban los asediadores desde sus trincheras y que tenían como objetivo llegar de forma subterránea hasta la muralla que defendía la ciudad y hacer explotar allí una fuerte carga para hundir la defensa y así conseguir el acceso a la ciudad. Por supuesto, los defensores conocían esta forma de atacar y ellos también tenían sus defensas. Atacaban al enemigo, saliendo de la fortificación, si esto era posible. Otras ocasiones, los defensores intuían el camino que estaban siguiendo los túneles de los atacantes y contraatacaban, excavando a su vez una contramina. Esta iba al encuentro de la otra con el objetivo de inutilizarla y para ello había varias formas: combate abierto entre soldados (lo de abierto es un decir ya que es un combate en un túnel en el que poco menos que se arrastran los soldados). Si se disponía de agua suficiente se inundaba el túnel o se hacían hogueras con el combustible adecuado para provocar una buena cantidad de humo. En ocasiones, esto acababa con la mina y en otras, retrasaba su construcción. Pero todo esta era inviable si no se sabía con cierta exactitud el camino que estaba trazando el enemigo bajo la superficie. Para ello, se utilizaban algunas tretas, que no por simples eran menos efectivas y ocurrentes. Los defensores ponían tambores boca abajo, que vibraban con los golpes de pico de los atacantes. También se usaban recipientes con agua o se hacían charcos, que mostraban con la ondas en el agua que algo raro ocurría cerca.
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Muy interesante.
Si me permites añadir, también en las fortificaciones tenían "pozos de escucha" eran agujeros en la tierra en sitios claves del fuerte desde donde poder detectar (con agua como dices o a simple oído) si estaban cavando cerca.
Puedes ver uno, dentro de una garita de defensa, en el fuerte de la Concepción en Aldea del Obispo (lo mismo lo conoces :-) )
Un saludo.
PD: No quiero parecer pesado ni pedante, pero también sobre este tema, recomendaría leer "El sol de Breda" de la saga Alatriste. Hay algún capítulo donde cuentan lo pu*** que lo pasaban en las minas.
Hola Iñaki:
en primer lugar, gracias por el comentario y por aportar datos al post. No conozco el fuerte de la Concepción, pero me lo apuntaré por si alguna vez surge la oportunidad.
Cierto es que en el libro de Alatriste se explican bien estas cosas y en la película se puede ver también con cierto detalle cómo hacen una mina. ¡¡Qué gran saga amigo la de Alatriste!!
Saludos.
En efecto, las célebres caponeras y el azufre de los defensores.
Sí, muy grande Alatriste! Aunque la peli no tanto jeje
Gracias Iñaki por el comentario, un sitio interesante más que conocer.
Cada vez me gusta más este blog ;)
A mi la película también me parece peor que los libros, pero cada vez que la veo me gusta un poco más :)
Saludos.