En 1862, después de escribir «Los Miserables», Victor Hugo estaba de vacaciones y envió a su editor una carta interesándose por el ritmo de las ventas del libro. La carta era muy corta, únicamente contenía un carácter: «?».
La respuesta del editor Hurst & Blackett no fue más larga. La carta que el editor envió como respuesta tenía un único carácter: «!».
…
Para que no se malinterprete: … en este caso es como «me quedé sin palabras». Está muy pero muy buena la anécdota. Saludos.
Gracias Carlos… me alegro de que te guste 🙂
Saludos.
La respuesta por parte de los editores denota un gran sentido del humor. Le contestaron que las iban muy bien de una manera muy original
Sortea, efectivamente la «chispa» del editor también tiene lo suyo 🙂
Saludos.
genial…