Entramos en la Semana Santa y he pensado que era un buen momento para hablar de quiénes eran los Padres Apostólicos. Según la tradición cristiana de los evangelios, hubo 12 apóstoles. Aunque cambia algún nombre o referencia de uno a otro, esos nombres son popularmente conocidos. Pero no suelen conocerse los Padres Apostólicos, aunque la idea tras ellos es lo que me resulta más atractivo.
Quiénes eran los Padres Apostólicos es complicado de responder con certeza, porque hay que buscar en el primerísimos escritos cristianos
Además de los 12 apóstoles, hay otros, como Pablo de Tarso, a los que también se les da categoría de apóstol, pero no pertenecen al grupo de los 12. La tradición de la Iglesia primitiva, los hechos y las palabras que se atribuyen a Cristo, parten de los testigos, ya que Cristo no dejó nada escrito, hasta donde yo sé. La tradición oral y finalmente la escrita, fueron creando el corpus del cristianismo que ha ido componiéndose y evolucionando con el tiempo.
Obviamente, ser uno de esos primeros testigos era algo excepcional y muy valioso para crear las fuentes de los textos sagrados. De igual forma, si por la tradición oral alguien había hablado y tenido contacto con los apóstoles o los primeros cristianos, se convertía en una fuente vital para conocer lo que había hecho y dicho Cristo. Es como un árbol invertido donde la raíz primera es Cristo, de ahí cuelgan los apóstoles que lo acompañaron más activamente y de estos, otro grupo de personas, y así sucesivamente. Hasta hoy, podríamos decir.
En esa cadena de transmisión de la vida y enseñanzas de Cristo aparecen los Padres Apostólicos, que son parte esencial. Los Padres Apostólicos son las personas que tuvieron contacto directo con al menos uno de los apóstoles y que dejaron escritos sobre el cristianismo. Forman parte de los Padres de la Iglesia, que son muchos más y que son todos aquellos que durante siglos fueron construyendo la doctrina cristiana.
Por fuerza los Padres Apostólicos tuvieron que vivir durante el siglo I y, quizás, los comienzos del siglo II. Sus textos son clave para conocer cómo vivían los primeros cristianos, cuál era su doctrina y el origen de esta. En qué se basaba.
Los Padres Apostólicos varían según las fuentes siendo sólo 4 o 5 en su versión más estricta
No crean que este grupo se reconoció entonces. Fue a finales del siglo XVII cuando se comenzó a nombrar como Padres Apostólicos a estas personas. Son muy pocos, apenas 4 o 5 según las fuentes. A lo largo de los siglos, a medida que se han ido estudiando algunos escritos, se ha ido determinando quiénes tuvieron contacto directo y dejaron algo escrito y quiénes no. Aún así, cuando más se aleja uno en el tiempo del siglo I menos certezas ahí, como es lógico, y más complicado es saber realmente quiénes eran los Padres Apostólicos. En cualquier caso, siempre aparecen San Clemente de Roma, San Ignacio de Antioquía y San Policarpo de Esmirna como los Padres Apostólicos indiscutibles.
Algo similar a esto de la tradición oral ocurre con el Islam, donde Mahoma trataba de memorizar y transmitir los versos y los mandatos que Dios le hacía ver. Los adeptos a ese Islam incipiente escuchaban y trataban de retener en sus cabezas todas esas enseñanzas. Varios de ellos las anotaron, pero sólo consiguieron componer una colección de pequeños extractos, ya que cada uno recordaba y anotaba lo que le parecía o podía dejar para la posteridad.
Abú Bakr, el primer califa del Islam, que fue contemporáneo de Mahoma y que sólo vivió dos años más que él. Se propuso recopilar todas las sentencias que había dispersas y que suponían las revelaciones del profeta. El Corán es el libro que saldría de aquel proyecto de recopilación de las enseñanzas de Mahoma. Y la labor era compleja, ya que el conocimiento estaba repartido por ese grupo de seguidores iniciales. Como vemos, un esquema que se repite en la construcción de la doctrina.
Por cierto, que esta forma de construir el islam y de estudiarlo fue clave en el desarrollo del criptoanálisis. Como cuento en mi libro de Historia de la Criptografía. El estudio a fondo de los textos acabó dando beneficios en el mundo de la ruptura de códigos.
Dicho todo esto, hace tanto tiempo de estas cosas que no se puede estar seguro de que la cadena que ha ido construyendo la historia no tenga eslabones perdidos o eslabones falsos.