Eduard Pernkopf fue un profesor de anatomía austríaco, nacido en 1888 y fallecido en 1955. Fue rector de la Universidad de Viena y es conocido por su atlas anatómico en varios volúmenes. El Atlas Pernkopf, el libro de anatomía nazi, presenta un importante dilema ético. Esta obra tiene un nivel detalle como pocas más se han visto, y sus ilustraciones son impresionantes. Tanto es así que ha sido la fuente de otras muchas obras. Pero detrás de este tratado y de su autor, en lugar de una loa, hay un rechazo absoluto. El motivo es que los modelos usados para estudiar la anatomía eran prisioneros nazis ejecutados.
No es extraño usar cadáveres para aprender medicina, como bien sabemos. Y de hecho es algo que se promueve. Sin ir más lejos, los ladrones de cuerpos, los resucitadores, de hace unos siglos tenían aquí un mercado importante. Miguel Ángel usó cadáveres para aprender anatomía y dibuar mejor e incluso se llegaron a crucificar cadáveres para poder dibujar bien a Cristo en su muerte.
El problema ético en el uso del tratado ha hecho que casi sea imposible de conseguir, a pesar de su utilidad
El título del libro es Anatomía topográfica humana y en él los músculos, los órganos, los huesos… todo, está dibujado con un nivel de detalle máximo, y en color. Sería una joya para cualquier anatomista o médico, pero lo cierto es que es un libro del que todo el mundo reniega. El motivo, como decía, es la forma en la que Pernkopf conseguía sus modelos.
Él, junto con varios ilustradores, durante dos décadas, trabajaron en los dibujos. Los modelos eran los cuerpos de asesinados por los nazis, por todo tipo de motivos: judíos, homosexuales, comunistas… El flujo de cadáveres eran tan elevado que no era extraño que se amontonaran en las salas de trabajo de los ilustradores.
Pernkopf y los suyos los diseccionaban para estudiar la anatomía humana., sabiendo que siempre había otros cuerpos, con otras características. Esto hace que desde un punto de vista técnico el libro sea una obra magnífica, pero que la ética y la historia del mismo hagan que nadie quiera utilizarlo. O, al menos, que levante muchas dudas éticas el hacerlo. No es baladí este punto, ya que, si bien el libro proviene de unos hechos terribles, a lo que es casi imposible hacerse a la idea de verdad, podría usarse para el bien, para la medicina. Para salvar vidas. De hecho, a juzgar por lo que dicen los expertos, no hay nada comparable. Sirva de ejemplo estas imagen, tomada de Codex99.
Pernkopf y varios ilustradores trabajaron durante dos décadas en el libro
Durante mucho tiempo el Atlas Pernkopf era un manual muy usado, hasta que a finales del siglo XX la historia real sobre cómo se había llevado a cabo se hizo conocida y dejó de editarse. El Atlas Pernkopf, el libro de anatomía nazi, pasó a ser un objeto casi de coleccionista.
Pernkopf era un seguidor del nacionalsocialismo que no perdió oportunidad, desde sus cargos académicos, de despedir a los judíos de su universidad. Pero no acaba ahí la cosa, ya que las víctimas de los nazis cuyos cuerpos acabaron sobre las mesas de disección de Pernkopf, fueron decenas si no centenares. Él se aprovechó de sus buenas relaciones y de su poder con el nazismo para su gran proyecto. En la imagen superior podemos ver a Pernkopf dando una clase en la facultad de Medicina de la Universidad de Viena.
Cuando el nazismo fue derrotado, el académico austriaco dio con sus huesos en un campo de prisioneros durante 3 años, aunque nunca se le acusó de ningún delito directo. Cuando fue liberado volvió a la universidad y siguió con sus volúmenes sobre anatomía, aunque ahora ya sin el flujo de cadáveres de asesinados. En 1955, falleció. Lo que no he podido encontrar es si Pernkopf, al morir, donó su cuerpo a la ciencia.