La palabra estajanovista parte, probablemente, de una mentira

El origen de la palabra estajanovista parte, probablemente, de una mentira

Hace mucho que no publico una entrada en Curistoria explicando el origen de una palabra, y lo cierto es que es un mundo sorprendente, curioso y plagado de lógica. No sólo las palabras que han ido creciendo a partir de las raíces latinas y griegas de nuestro idioma, que en ocasiones son toda una explicación sociológica. Si no también las palabras que ha surgido de un nombre propio, de una costumbre o de miles de otras de formas. Ayer escuché en la radio la palabra estajanovista y tomé nota mental de investigar sobre su origen.

Según la RAE, que es lo primero que debemos consultar cuando de palabras hablamos, el estajanovismo es el método ideado para aumentar la productividad laboral, propio de sistemas socialistas, basado en la iniciativa de los trabajadores. Esta palabra se suele usar para referirnos a formas de trabajo sin descanso, buscando la productividad y con cierta obsesión por hacer más y más. Su origen está en la Unión Soviética, como apunta ya la propia palabra.

El movimiento obrero conocido como estajanovismo, comenzó a mediados de la década de 1930 y buscaba el aumento de la productividad por el propio convencimiento de los trabajadores, por su propia iniciativa y sin que intervinieran otro tipo de alicientes para aumentar el ritmo y el tiempo de trabajo. Dentro de ese movimiento, que en sus inicios no se llamaba estajanovismo, destacó el minero Alekséi Stajánov, que sería el que acabaría dando nombre al movimiento y origen a la palabra que ha llegado hasta nuestro idioma. Por cierto, es el tipo de la derecha en la foto que está al comienzo del texto.

Nacido en 1906, consiguió destacar por encima de todos en agosto de 1935, cuando esa idea de la búsqueda de la productividad por parte de los propios trabajadores comenzaba a fomentarse en la Unión Soviética. Stajánov trabajó de forma tan efectiva, concentrada y productiva que consiguió, tan sólo en ese día, el 31 de agosto de 1935, extraer más de 100 toneladas de carbón. Era más de 14 veces el volumen de extracción habitual.

La propaganda incitaba a los trabajadores a no decaer en esa forma de trabajo y poco después otros pozos superaron los números del de Stajánov. La idea se extendió a todas las industrias, más allá de la minería. Tanto es así que se crearon conferencias para analizar cómo aumentar la producción y se formaba a los trabajadores para que fueran cada vez más y más productivos.

La propaganda, como siempre en estos casos, fue clave, así que deberíamos tomar con cierta prudencia los números de extracción de carbón que se atribuyen a Stajánov e incluso los que se atribuyen a otros pozos mineros, que llegan a varios cientos de toneladas en un solo turno de trabajo. Por supuesto, Stajánov fue un ejemplo al que se ocupó el gobierno de poner en primera línea. A partir de aquel 1935 su carrera fue hacia arriba y tuvo diferentes cargos, tanto en las propias minas, como en el Ministerio de la Industria del Carbón, siendo también diputado. La Unión Soviética le otorgó varias medallas, reconocimientos y órdenes. El último domingo de agosto era un día dedicado al minero de carbón, precisamente en su honor por aquel gran día de agosto de 1935. En 1970, siete años antes de su muerte, fue nombrado Héroe del Trabajo Socialista.

No sé ustedes, pero después de leer todos los reconocimientos del párrafo anterior, yo soy cauto y no sabría decir cuánto del mito de Stajánov es cierto y cuánto es propaganda, aunque con seguridad destacó en su trabajo. Fue un hombre productivo… pero quizás sólo para los intereses del gobierno. En 1985 The New York Times publicó un artículo que aseguraba que la hazaña de Stajánov había estado organizada por el Partido Comunista y que el minero había recibido ayuda. Todo por aumentar la moral y tener un ejemplo que enarbolar. The Times también publicó un artículo en esa línea y hasta el periódico soviético Pravda, afirmó en 1988 que los logros de Stajánov habían sido inflados.

Lo que no puede negarle nadie a Stajánov es que el estajanovismo es un epónimo en su honor, y no todo el mundo puede decir que ha dado lugar a una palabra derivada de su nombre, fuera con razón o sin ella.

3 comentarios en “La palabra estajanovista parte, probablemente, de una mentira”

  1. Hola, no conocía la palabra, pero al leer el artículo me estaba resonando la expresión "trabajar a destajo", soy de Valencia y allí se dice "a estall". No he podido encontrar el origen de estas palabras, pero ¿crees que podría estar relacionado con estajanovismo?
    Muchas gracias! disfruto mucho con el blog.

  2. En un destajo tú cobras por un trabajo terminado, no es trabajar » a degüello».
    Lo habitual es ir rápido para ganar el dinero antes y poder ir a otro trabajo remunerado.
    No creo que sea comparable al estajanovismo, en el que se supone que eran los trabajadores los que ideaban cómo podrían hacerse las cosas para producir más.
    Parece ser que se hicieron competiciones de grupos » estajanovistas», eso sí, pero no veo relación alguna con el destajo.

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