El maravilloso Atlas catalán o Mapamundi de los Cresques del siglo XIV

El maravilloso Atlas catalán o Mapamundi de los Cresques del siglo XIV

Es fácilmente comprensible que, para los hombres de hace siglos, los mapas fueran algo maravilloso casi mágico. Aún hoy, con todos los conocimientos que tenemos y con las fotos vía satélite nos siguen pareciendo fascinantes y además son esenciales para comprender el mundo. No es de extrañar, por tanto, que un mapa en el año 1375 fuera un objeto de reyes. En este caso concreto del que vamos a hablar, el rey de Aragon encargó crear el mapa de todo lo conocido a Abraham y Jafuda Cresques, padre e hijo, de ahí el nombre de Mapamundi de Cresques. Y lo que crearon estos judíos mallorquines fue impresionante.

No es sólo un mapa, sino que son varios documentos agrupados bajo el nombre de Mapamundi, a saber, imagen del mundo y de las regiones que hay en la Tierra y de los diferentes pueblos que la habitan. Contiene cosas como láminas sobre cosmografía, con texto e imágenes del mes lunar, e información para calcular el número áureo y las fechas variables de día como carnaval o Pentecostés. No sólo de mapas hablamos. También tiene un calendario con las estaciones del año y con datos astronómicos. No sólo gráficamente es admirable esta lámina concreta del calendario, sino que es un compendio de datos y detalles.

En las láminas dedicadas propiamente a los mapas, está trazado el mundo que ellos conocían y tal y como lo conocían. El Mediterráneo está perfectamente cartografiado, lo que no es extraño siendo mallorquines y aragoneses los involucrados. Más extraño es, eso sí, que estén representadas las islas Azores, que, aunque ya habían aparecido en un par de mapas italianos, eran relativamente desconocidas por entonces y fueron descubiertas oficialmente unas décadas después. Esto demuestra que los Cresques se tomaron muy en serio su trabajo.

Otro detalle de la profundidad del trabajo es el caso de Catay, lo que hoy corresponde a China, a las cuencas del Yangtsé y el Amarillo. Los Cresques tomaron ahí los datos de Marco Polo. En otros casos parece que tomaron en cuenta la información de otros viajeros para colocar toda la información disponible en su lugar. Un trabajo digno de admiración, si tenemos en cuenta de la época de la que estamos hablado, porque parece que buscaron todas la fuentes a su alcance para completar el encargo.

Rosa de los vientos del Atlas catalán



Este mapa es el primer documento de la historia, que se sepa, donde aparece la rosa de los vientos. Y es que la navegación tiene mucho peso en los documentos. Como todos los mapas de este tiempo, hay zonas desconocidas que completaron con dibujos o directamente con vacíos. Recuerden aquello de aquí yacen dragones. Estamos hablado de la parte más oriental del mundo, desde el punto de vista del occidente europeo, donde aparecen esos espacios menos conocidos. No hay que olvidar que faltaba más de un siglo para que se descubriera América.

El Atlas catalán está en la Biblioteca Nacional de París, ya que pasó los Pirineos poco después de su creación. Fue regalado por Pedro IV de Aragón a Carlos V de Francia en 1381. Es sorprendente que haya aguantado todo este tipo sin perderse, así que podemos celebrar esa suerte echándole un ojo a sus representaciones.

Fuente: http://www.vallenajerilla.com/glosas/catalan.htm

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