Una de las ventajas del libro electrónico es la posibilidad de saltar de una lectura a otra fácilmente, de tener varias obras accesibles en dos clic. Por otra parte, no es extraño que uno se junte con varios libros, de los de papel, abiertos en torno a sí, cada uno abierto por una página, y unos puestos sobre otros para que los más rebeldes no se cierren sobre sí mismos, como si tuvieran sueño y quisieran dormir. Curiosamente estas necesidades ya las resolvió Agostino Ramelli en el siglo XVI con un ocurrente magnífico para su tiempo.
Ramelli, italiano nacido en 1531, fue un inventor e ingeniero renacentista que dejó algunas ideas y diseños realmente interesantes. Las podemos conocer gracias a su libro Las diversas y artificiosas máquinas del capitán Agostino Ramelli de Ponte Tresa, un texto que se puede encontrar aún fácilmente editado en nuestros días, aunque sea en otros idiomas. Fue militar al servicio de los hombres más poderosos de la Europa de su época, como Carlos V, los Medici o Enrique III de Francia.
Entre todos esos inventos estaba la rueda de libros, del que se pueden hacer una idea bastante buena a través de la imagen que acompaña este texto. Una rueda colocada en vertical, como si fuera une noria, puede contener en cada tablón horizontal un libro abierto en una posición ya perfecta para ser consultado. La noria, al girar, va dejando delante del lector un libro u otro, teniendo así acceso casi automático a todos los volúmenes.
Es una idea ocurrente y con cierto atractivo para todos los que somos aficionados a los libros.