El Ángelus, de Jean-François Millet

El Ángelus, de Jean-François Millet.
(El Ángelus, de Jean-François Millet)

Todo está en los ojos del que mira, y lo que ve, es tanto lo que ve como lo que espera ver. Miren por un momento la obra de arte que encabeza esta entrada. Se trata de la obra conocida como El Ángelus, realizada por el pintor francés Jean-François Millet.

Es un óleo casi cuadrado de 66 cm por 55,5 cm, que fue pintado a mediados del siglo XIX. Como otras obras de Millet, se trata de una escena campestre, realista, que muestra la vida sencilla y dura de los humildes trabajadores del campo. Curiosamente, este tipo de obras eran muy del gusto de la burguesía de entonces.

El título, El Ángelus, hace referencia a una oración diaria, se hacía hasta tres veces al día, dentro del catolicismo, que se lleva a cabo para recordar el misterio de la Encarnación del Verbo y el anuncio del ángel Gabriel a María. Así, con esta información, lo que nos muestra la obra son dos campesinos que descansan un momento de sus labores en el campo y rezan. Las caras están ocultas, pero su postura encaja con ese momento.

Pero se sabe que la primera versión del cuadro era ligeramente distinta en su contenido y radicalmente distinta en su mensaje. Millet pintó el ataúd de un niño donde ahora vemos el cesto con las frutas o verduras. Es decir, la pareja estaba orando, pero no el Ángelus, sino por la despedida de su hijo fallecido. La postura de las figuras y la luz del cuadro siguen siendo perfectas, pero la obra es otra.

Millet, según parece, cambió su intención original para que el cuadro tuviera mejor acogida entre sus compradores, cambiando el ataúd por el cesto y poniendo un título clave, en línea con un tema de los gustos burgueses del momento. A pesar de todo, no es de extrañar que Dalí, entre otros, quedara fascinado por la obra, llegando a decir que era la obra más íntimamente turbadora, la más densa, de la historia del arte.

Ahora, con esta información, vuelvan a mirar el cuadro. ¿Qué ven? La oración de el Ángelus, o algo más profundo, una familia en un triste trance. Insisto, uno compone en su mente lo que ve, con lo que mira y con lo que sabe o espera ver.

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.