La emotiva historia del comandante de Saint-Lô

El comandante de Saint-Lô
(El comandante de Saint-Lô)

Ayer les recomendaba el libro de Wayne Vansant sobre Normandía, e insisto efusivamente en esa recomendación, y hoy volvemos a la Segunda Guerra Mundial y a Normandía, precisamente de la mano de esa obra. Y es que más allá del propio desembarco, que ya es de por sí un hecho grandioso, los combates de las semanas siguientes por hacer avanzar las líneas aliadas por el continente están repletos de grandes historias. En esas historias hay nombres de pueblos que a fuerza de leerlos una y otra vez en los libros se nos hacen cercanos. Lugares como Cherburgo, Caen, Mortain, Carentan, Avranches o Saint-Lô, forman parte de la Segunda Guerra Mundial.

Precisamente en las batallas por la toma de último de esos que he citado, Saint-Lô, murió Thomas Howie, un oficial norteamericano muy querido por sus compañeros. Howie estaba al mando de un batallón del 116º Regimiento de Infantería, y este regimiento tenía como zona de combate un camino que llevaba a Saint-Lô, a mediados de julio de 1944, más de un mes después del desembarco. El comandante Howie había sido profesor de literatura y entrenador de fútbol y, al parecer, era conocido por su buen humor.

El 17 de julio cayó muerto tras un ataque de mortero alemán y por lo tanto no pudo cumplir lo que había dicho al general Charles Gerhardt sobre que se verían en Saint-Lô, ya que aún estaban peleando por el pueblo cuando murió. A pesar de ello, Howie fue el primer soldado aliado en entrar en Saint-Lô. Al día siguiente de su muerte se consiguió el objetivo, y el cadáver de Howie fue colocado sobre el capó del primer jeep en adentrarse en la recién tomada Saint-Lô. 

El lugar estaba destrozado. Tanto es así que un soldado norteamericano llegó a decir que habían liberado el lugar hasta los cimientos, debido a las ruinas en las que se había convertido. Sobre lo que había sido una Iglesia, aunque en aquel momento no era más que un montón de piedras destrozadas, colocaron el cadáver de Howie y sus propios compañeros lo cubrieron con un bandera estadounidense.

La historia de Howie y aquella foto con la bandera, que pueden ver arriba, se hicieron muy populares. Sin duda una imagen emotiva y llena de sentimiento. De los miles de hombres que murieron en los combates por Normandía o incluso en toda la guerra, no muchos recibieron un homenaje así del resto de soldados. Lamentablemente no había mucho tiempo ni posibilidades para rendir los honores que muchos merecerían.

Tom Howie sí recibió ese homenaje y la foto de su cuerpo cubierto con la bandera fue publicada en la revista Life con el siguiente pie de foto: «El comandante de Saint-Lô».

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