Aristides de Sousa, el Schindler portugués

(Aristides de Sousa, el Schindler portugués)

La magnífica película La lista de Schindler, de Steven Spielberg, hizo popular la historia de Oskar Schindler y dio además nombre de categoría al resto de personas que han hecho cosas similares en cualquier tipo de conflicto. Es decir, desde entonces no es extraño leer cosas como el Schindler polaco (Eugene Lazowski), el Schindler de la Guerra Civil Española (Porfirio Smerdou), y frases similares. En esa lista de salvadores debemos incluir también a Aristides de Sousa Mendes, el Schindler portugués de la Segunda Guerra Mundial.

Aristides de Sousa, nacido en 1885, era el cónsul portugués en Burdeos cuando los alemanes invadieron Francia en 1940. Hasta su ciudad llegaron muchos judíos huyendo de los nazis que avanzaban desde el norte. La vida de los perseguidos dependía de un trozo de papel, de un visado que les permitiera cruzar la frontera camino de España para escapar de Francia. De otro modo, si quedaban atrapados al norte de los Pirineos, quedarían a merced de los nazis.

En esa situación miles de personas se acercaron al consulado portugués, a pesar de que Portugal había dado orden de no emitir visados sin la autorización previa del Ministerio de Asuntos Exteriores. Aristides de Sousa, como supondrán, no hizo caso de la orden y comenzó a expedir y firmar febrilmente visado tras visado. Contravenía la orden de su gobierno y con toda seguridad aquello suponía el fin de su carrera diplomática. A pesar de ello, lo hizo.

Durante diez días y diez noches, en una carrera contrarreloj en la que cada vez los nazis estaban más cerca, Aristides de Sousa salvaba vidas sellando y firmando visados. Miles de ellos. Finalmente fue detenido y expulsado de su puesto en el ministerio. No obstante, las decenas de miles de visados que logró entregar a los judíos significaron para estos un salvoconducto para salir de Francia y escapar de la garra nazi a través de España y Portugal.

Según parece, Aristides de Sousa, el Schindler portugués, consiguió en aquellos pocos días de la primavera de 1940 el mayor número de rescates, hechos por una sola persona, de todos los relacionados con el holocausto.

Fuente: Homo Deus, de Yuval Noah Harari | Foto: Turismo Portugal

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