El nazi Kreipe y el SOE Fermor recitan a Horacio

(El equipo que raptó a Kreipe)

No es extraño pensar en qué hizo mal Europa el siglo pasado para acabar metida en dos guerras mundiales. Antes de la Primera Guerra Mundial se tenía a esta parte del mundo por civilizada y con tal interrelación entre los países, que nadie llegaría al extremo de un enfrentamiento abierto y directo. Ocurrió en 1914, y tras no aprender la lección, de nuevo 25 años más tarde los europeos se enredaron en una guerra brutal. Hay un pasaje del rapto del general alemán Kreipe por parte de hombres del SOE y de la resistencia cretense, que es significativo sobre lo que compartían en su cultura los hombres de uno y otro lado, en este caso ingleses y alemanes. Este pequeño pasaje forma parte de la historia del rapto del general nazi en Creta, toda una aventura que conforma uno de los capítulos del libro Operaciones Especiales de la Segunda Guerra Mundial.

En abril de 1944 dos míticos personajes del SOE, Patrick Leigh Fermor y William Stanley Moss, junto con otros, detuvieron en Creta el coche del general alemán Karl Kreipe y lo raptaron. La isla estaba ocupada por los nazis y por lo tanto los captores tuvieron que ocultarse en el monte y moverse con cuidado por la misma durante días, llevando al alemán consigo, intentando llegar a la costa desde donde llevarían a Kreipe hasta Egipto.

En esos días de huida y ocultación por el campo, los británicos y el alemán llegaron a desarrollar una cierta relación, y según contó el propio Fermor, estando en lo más alto de las montañas, en el monte Ida, enclave importante en la mitología griega ya que en una cueva de la vertiente norte del mismo nació Zeus, el general alemán comenzó a recitar a Horacio, en latín. En un determinado momento Fermor se unió a él y acabó lo que el alemán había comenzado. El general giró entonces su cabeza moviendo la mirada desde el infinito de la montaña hasta los ojos del británico que tenía a su lado y después de un silencio dijo en alemán: Así es, mayor.

Hubo más ocasiones en las que los SOE británicos y Kreipe intercambiaron comentarios sobre mitología griega. Esto pone de manifiesto que al fin y al cabo, y aunque estuvieran en bandos distintos, aquellos dos hombres habían bebido de las mismas fuentes de conocimiento, siguiendo con lo que dejó escrito el británico Fermor en sus memorias.

Como decía, esta historia, completa y detallada, y otras muchas, está en el libro Operaciones Especiales de la Segunda Guerra Mundial.

Curistoria

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  • Interesante curistoria, este suceso lo vi en el documental, los auténticos bastardos sin gloria, y como muestra del humor inglés, al sacar de su auto a Kreipe, los del SOE británico, dejaron un Subfusil Sten en el asiento.

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