La bomba atómica descrita por Wells tres décadas antes

H.G. Wells
H.G. Wells

Sinceramente, no sé si cuando un libro predice el futuro de manera acertada, mérito que se atribuye a menudo, por ejemplo, a algunas obras de Julio Verne, es porque su autor es un visionario o sencillamente es consecuencia de la casualidad. Es decir, se escriben tantas obras en las que se pinta un futuro determinado que es imposible que alguna de esas visiones no acierte al menos en parte. En cualquier caso siempre sorprende conocer este tipo de predicciones confirmadas por la realidad.

Este es el caso de la obra de H.G. Wells The world set free, algo así como El mundo liberado. Escrita en 1914, tomaba algunos de los aspectos más avanzados de la ciencia de su tiempo y profetizaba la existencia de una máquina capaz de usar los átomos para producir bombas, bombas atómicas lógicamente. También la radioactividad de estas bombas nucleares aparece en el texto. Como sabrán, faltaban más de tres décadas en aquel momento para que este tipo de bombas vieran la luz y aún quedaban muchas investigaciones por hacer. En cualquier caso, el creador de La guerra de los mundos se adelantó a ello.

En 1932 el físico húngaro Leó Szilárd, que había colaborado anteriormente con Einstein, leyó el libro de Wells y se sorprendió de cómo hablaba de una humanidad que era capaz de controlar y liberar la energía nuclear, algo que él conocía bien. Wells hablaba en la obra de una guerra entre Inglaterra, Francia y Estados Unidos, por una parte y Alemania y Austria por la otra. Como vemos, no sólo en las bombas atómicas se adelantó el autor a la realidad.

Por cierto, por si les interesa este autor les recuerdo dos curistorias: una recopilación de citas de H.G. Wells y la historia de cómo Wells inventó el primer juego de guerra de mesa.

Fuente: Al servicio de Reich (La física en tiempos de Hitler), de Philip Ball.

9 comentarios en “La bomba atómica descrita por Wells tres décadas antes”

  1. Entiendo que lo dices por la Primera Guerra Mundial, y no te falta razón. Aunque la novela fue publicada en 1914 y escrita un año antes, lo que ya no lo hace tan claro. Y que interviniera EEUU también era una apuesta. De todas formas, la "predicción" clave era la de las bombas nucleares.

    Gracias por comentar.

  2. En 1940 un tal Isaac Asimov escribió un cuento titulado
    Historia ( bastante simpático y con algo de cinismo, aunque no creo que fuera la intención del autor) en el que se habla de la guerra entre Venus y la Tierra ( por cierto, ¿por qué Tierra siempre va con artículo ?) en el que se habla de…

    " las minúsculas "gotas de la muerte", las muy divulgadas bombas radioactivas que silenciosa e inexorablemente formaban un crater de cinco metros de profundidad dondequiera que cayeran"

  3. Acertada reflexión: "…su autor es un visionario o sencillamente es consecuencia de la casualidad"
    Yo más bien soy de la opinión que es más fruto de la casualidad que de la "visión". En cualquier caso la visión de algunos autores tiene mucho de deducción lógica a la vista de las corrientes de investigación de sus respectivas épocas.
    Como alguien comentaba algo sobre Asimov, decir en apoyo de la tesis de "la casualidad" que también habló de "cerebros positrónicos" y es que el positrón andaba por aquella época en pañales… Supongo que le gustaría la sonoridad de la composición o que sonaría a científicamente avanzado en la época.
    Cuando se lanza con los ojos vendados dardos a una diana es imposible no acertar si el número de lanzamientos es elevado.

  4. PECE, buena reflexión. Lo bueno es que incluso si tiras pocos dardos, puedes tener la suerte de clavar alguno en el centro. La repetición del éxito es lo que nos saca de dudas, creo yo.

    Gracias por comentar.

  5. Lo que a mi me resulta más curioso es que la fisión nuclear no se descubrió hasta 1.939 y, por lo que se, no se buscaba específicamente eso.

    Por cierto, este descubrimiento se hizo en Alemania, y fue Leó Szilárd el que vio el peligro de los nazis avanzaran en ese campo. Así que escribió una carta a Roosvelt y le pidió a Einstein que la firmara, pensando que su fama haría que el presidente lo tomara en serio. A partir de ahí nació el proyecto Manhattan.

    Saludos,
    Vida.

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